¿El sol te inspira? ¿El calor es tu hábitat natural? ¿El invierno se te hace enterno y en verano se te ocurren las mejores ideas? Si has nacido en los meses de julio o agosto, afirmarás las preguntas anteriores. Y es que quienes nacen en verano tienen ciertas ventajas:
1. Tienen un caracter más optimista: tras preguntar a más de 40.000 adultos si se consideraban afortunados o no y compararlo con los meses en los que habían nacido, el profesor Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, ha encontrado que los nacidos en verano se contagian del buen tiempo, y de la actitud relajada de sus padres en vacaciones. Por ello son más positivos en todos los aspectos de su vida.
2. Son muy emprendedores: en la Universidad Sueca de Umea aseguran que estos bebés también suelen tener más éxito profesional en su vida adulta, porque tienen una actitud más aventurera que los bebés nacidos en invierno.
3. Un estudio de la Universidad británica de Bristol ha descubierto que los bebés nacidos en verano e incluso a principios de otoño eran más altos y tenían una mayor densidad ósea que los nacidos en invierno o primavera.La exposición de la madre a la luz solar permite esta ventaja.
4. Sufren menos enfermedades: por una parte tendrá menos riesgo de padecer ictericia del recién nacido y si la tiene, de recuperarse de manera natural con la exposición a la luz solar. Además, sufren menos afecciones respiratorias.
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Si llegaste al mundo en julio o agosto, eres optimista