Línea Editorial: "Fracaso de una sociedad"

El suicidio es la primera causa de muerte en adolescentes y jóvenes de 12 a 29 años en España. Un número que sigue creciendo, según se desprende del reciente informe “Evolución del suicidio en España en la población infantojuvenil (2000-2021)” elaborado por investigadores de la Universidad Complutense y divulgado por el observatorio de bioética de la Universidad Católica de Valencia. Cada día se quitan la vida 11 personas en nuestro país, siendo la tasa de mortalidad por suicidio en edad adolescente de 1,49 por cada 100.000 habitantes. En el grupo de 24 a 29 años, la tasa de mortalidad por esta causa de 5,75. Un 81,5 por ciento fueron hombres.

Aunque se pudiera pensar que la pandemia agudizó este proceso, los investigadores apuntan que el incremento “no se justifica por esa causa”. Se trata de una tendencia creciente en España desde 2018. Los problemas de salud mental, entre los que hay que destacar la depresión, la ansiedad o los trastornos alimentarios, parecen ser la causa principal de la conducta suicida. Factores que se agudizan con el desorbitado consumo de alcohol y drogas en esa franja de edad.

Paradójicamente, este incremento de suicidios se está produciendo en un momento de la vida en el que se despliegan las energías y se asientan los proyectos vitales. Una contradicción que apunta a la incapacidad de una sociedad volcada en la satisfacción inmediata y en la mentalidad utilitarista a la hora de dar respuesta al deseo que habita en el interior de la persona. Un deseo que trasciende el individualismo y que nos abre a la relación con otros y a la expectativa de un futuro de realización plena.