Junts amaga, pero no da
A Puigdemont le interesa seguir consiguiendo prebendas mientras pone cara de enfadado, incluso de asco

Escucha la Línea Editorial del jueves 23 de octubre
Madrid - Publicado el
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Aunque en el Partido Socialista quieran quitar importancia a la advertencia que ayer lanzó la portavoz de Junts en el Congreso, las palabras de Míriam Nogueras reflejan el estado de la política española, un país en permanente expectativa de elecciones anticipadas. La portavoz de Junts, fiel transmisora de lo que piensa un Puigdemont que pasará otro invierno en Waterloo, lanzó el enésimo aviso a Pedro Sánchez, que aparentó no inmutarse: “quizás habría que hablar menos de cambios de horario y empezar a hablar, señor Sánchez, de la hora del cambio”, dijo la portavoz independentista.
No hay que descartar que esta advertencia forme parte del juego y, por tanto, sea un mero fuego de artificio. A Puigdemont le interesa seguir consiguiendo prebendas mientras pone cara de enfadado, incluso de asco. Es cierto que Junts sabe que el apoyo a Sánchez le está haciendo perder votos en Cataluña, mientras crece como la espuma su directo rival, Alianza Catalana. El “no” de Puigdemont a los Presupuestos fue el pistoletazo de salida de un alejamiento que, seguramente, implicará el pago de nuevos peajes por parte de Sánchez para evitar la implosión de la mayoría Frankenstein. Pero mientras la forma de expresar el descontento de sus socios sea el bloqueo legislativo y el desahogo verbal, la política española seguirá paralizada y centrada en la corrupción, que apunta hacia la responsabilidad política de un presidente del Gobierno que debiera dar un paso adelante y convocar elecciones para clarificar el panorama.