LÍNEA EDITORIAL
La moderación de Gabilondo y sus consecuencias
Gabilondo ha querido enviar el mensaje de que en Madrid es urgente un gobierno alejado de los radicalismos y que se ponga a gobernar en serio
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, se ha mostrado abierto a los diversos pactos a partir del resultado que arrojen las urnas el próximo 4 de mayo. Gabilondo ha tendido la mano a Ciudadanos y a Más Madrid, pero ha afirmado contundente que “con este Pablo Iglesias no iría a ninguna parte”. Conviene recordar que, a día de hoy, Iglesias es vicepresidente del gobierno de Sánchez. Por eso el ministro Ábalos ha tratado de salir como ha podido y ha dicho, ante las preguntas de los periodistas, que Gabilondo es autónomo y que puede tomar las decisiones que quiera. Es legítimo preguntarse si eso es así o si Gabilondo ha hablado por boca de otro. Es inevitable recordar las palabras de Pedro Sánchez a quien le quitaba el sueño imaginar a Iglesias en la Moncloa.
Gabilondo ha querido enviar el mensaje de que en Madrid es urgente un gobierno alejado de los radicalismos y que se ponga a gobernar en serio. Bien podría parecer que la puya iba dirigida precisamente al Ejecutivo de Sánchez, en manos de socios radicales, y con una gestión de la crisis que se ha convertido en el mayor descrédito y obstáculo para sus propios compañeros. La moderación de Gabilondo es una buena noticia, pero convendría sacar todas las consecuencias.