La "isla fantasma" que desconcierta a Google Earth vuelve a aparecer por primera vez en más de 15 años
Se trata de una isla ubicada en las Islas Tonga Central, de la cuál no había constancia desde el año 2006
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Actualizado 21:43
Si pensamos en vacaciones e islas paradisíacas donde relajarnos en las próximas vacaciones, sin duda la imaginación nos lleva a Bora Bora, a Fiyi, a las Islas Cook, Samoa, Nueva Caledonia...
Cerca de Nueva Caledonia entre las islas Chesterfield y Nereus Reef se encuentra Sandy Island o Île de Sable en francés o en español Isla Arenosa, o tendríamos que decir mejor, se encontraba.
Pongan toda su atención en la foto (sacada de Google Earth), para fijarse en ese minúsculo punto rojo. Ese punto es donde Google sitúa a la Isla Arenosa.
Pero ¿por qué si existe no aparece en los mapas ni en las cartas de navegación? Sandy Island se incluyó en muchos mapas y cartas náuticas desde finales del siglo XIX cuando el capitán James Cook trazó su localización entre las latitudes 19 ° -20 ° S y 163 ° 50'-164 ° 15 'E de longitud frente a la punta de Nueva Caledonia. Se eliminó de las cartas náuticas en 1974.
La misteriosa Sandy Island
Al capitán James Cook, uno de los mayores navegantes de la Historia, se le define como el cartógrafo de los mares. Le debemos gran parte de las cartas geográfica. El 15 de septiembre de 1774 cuando el capitán Cook recorría el Pacífico agregó a Sandy Island en las cartas que dibujó del este del Mar de Coral, frente a la costa noreste de Australia. Sandy I, era una de la multitud de islas donde los barcos podían hacer escala en su recorrido por el Pacífico Sur [Carta de descubrimientos de Cook].
Según aquellas cartas náuticas y, otras referencias históricas, se creía que la isla tenía 24 km de largo y 5 km de ancho, aunque pequeña difícil de no ver si navegas por la zona. De hecho, en 1876, un barco ballenero llamado Velocity también se refirió a Sandy Island como el investigador neozelandés Shaun Higgins, del Museo de Auckland, consiguió confirmar: "El capitán del Velocity habló de una serie de grandes rompeolas y algunos islotes de arena".
La isla aparecía en los mapas del siglo XIX del Reino Unido y Alemania como el Times Atlas of the World o Google Earth.
Científicos no encuentran la isla
Hasta 2012, esta "misteriosa" isla aparecía en los mapas analógicos y digitales. Pero hace 10 años el barco australiano Southern Surveyor confirmó que se trataba de una isla fantasma. Ahí donde la situaban los mapas, en el Mar de Coral, entre Australia y Nueva Caledonia, no hay nada, reveló este equipo de científicos australianos que fue a buscar la isla y sólo halló agua.
Los científicos suponen que cuando el capitán Cook navegó por aquellas aguas "lo que encontró fue un risco y pensaron que era un arrecife. Pero se puso como un punto en el mapa y desde entonces ha sido repetido y repetido".
Pero lo cierto es que aunque fantasma si la buscamos en Google Earth, la encontramos.
¿Y ahora?
El pasado 10 de septiembre uno de los volcanes de la zona de ellos despertó. Como consecuencia, unas horas después de que comenzara la erupción, una nueva isla emergió, rodeada de vapor y ceniza, además de columnas de agua descolorida formadas por agua de mar ácida y sobrecalentada que seguramente contienen partículas, fragmentos de roca volcánica y azufre, según un comunicado de la NASA.
Aunque técnicamente esta isla se trata de una nueva formación, en realidad en la zona ya habían surgido antes otras islas. Se trata del monte submarino Home Reef, situado en las Islas Tonga Central. Allí, cada cierto tiempo, rezuma la lava. El material se acumula y esta estructura se levanta. Sin embargo, no será por mucho tiempo, ya que con toda probabilidad acabará de nuevo hundida en el ardiente 'Anillo de Fuego' del Océano Pacífico, erosionada por las olas.
La última vez que Home Reef dio a luz a una nueva isla, en 2006, el volcán produjo tantos escombros que una enorme balsa de piedra afloró y quedó a la deriva en el Pacífico Sur. Sin embargo, las embarcaciones podían pasar a través de ella. El mar tardó un año en erosionar la cresta que había surgido. No obstante, desde el 25 de septiembre no ha habido más avistamientos, por lo que es probable que no se vuelva a saber más de esta, quién sabe, si en los próximos 15 años.
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