La Policía de Nueva York investiga la muerte de dos hermanas de Arabia Saudí cuyos cuerpos, atados el uno al otro con cinta aislante, han aparecido en el río Hudson de la ciudad norteamericana.

Los cadáveres de Tala Farea, de 16 años, y su hermana Rotana, de 22, fueron descubiertos el pasado 24 de octubre en el lecho del río Hudson, en Manhattan, pero, en medio, de la alerta por el envío de paquetes bomba a diversas personalidades políticas norteamericanas, su hallazgo pasó desapercibido.

Ambas vivían en Fairfax, Virginia, a más de 300 kilómetros del lugar donde fueron encontrados sus cuerpos, y habían desaparecido el pasado mes de agosto. 

Los investigadores aún no han determinado las circunstancias de su muerte. Fueron encontradas atadas la una a la otra, cara a cara, y completamente vestidas.

La madre de las fallecidas había avisado a la policía de que había recibido un aviso de un oficial de la embajada de Arabia Saudí en Washington, que les ordenaba abandonar los Estados Unidos. Las dos fallecidas habían solicitado asilo político en los Estados Unidos.

El consulado de Arabia Saudí en Nueva York ha hecho público un comunicado en el que aseguran que "están siguiendo el caso de cerca", para lo cual han contratado a un letrado. El hallazgo de los cuerpos ha desatado las alarmas pocas semanas después del asesinato del periodista opositor saudí Jamal Khashoggi en la embajada saudí en Turquía. 

Las dos hermanas se habían trasladado junto a su madre al estado norteamericano de Virginia en 2015. Las dos ya habían protagonizado otro caso de desaparición el pasado mes de diciembre. Esta vez, estaban siendo buscadas por la policía desde agosto.