El enviado especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, llegó este lunes a Ankara para abordar con las autoridades turcas la creación de una zona segura en el norte de Siria, en la zona fronteriza con Turquía, informó la emisora NTV.

En su visita de dos días, Jeffrey se entrevistará con funcionarios del Ministerio de Exteriores y Defensa del país euroasiático.

Ambos aliados de la OTAN abordarán la creación de una zona segura a lo largo de la frontera turco-siria, así como otras cuestiones de seguridad de la región y la lucha contra el terrorismo.

Según un comunicado oficial estadounidense, el objeto de la visita es "promover temas de interés mutuo en Siria, abordar las preocupaciones legítimas de seguridad turcas, la implementación de las resoluciones del conflicto sirio" y los "esfuerzos continuos para garantizar la derrota del (grupo terrorista) Estado Islámico".

La llegada de Jeffrey se produce en un momento de tensión entre Ankara y Washington por la compra por parte de Turquía de un sistema antimisiles S-400 ruso, que Estados Unidos ha criticado por considerarlo incompatible con el sistema de la OTAN y ha amenazado con sanciones.

Turquía y Estados Unidos llevan meses discutiendo la posibilidad de crear una zona segura a lo largo de la frontera turco-siria.

Una franja donde el Gobierno turco exige la completa retirada de las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), aliadas de Washington en la lucha contra el Estado Islámico pero consideradas organización terrorista por Ankara.

De momento, hay diferencias en las posturas sobre la creación de la zona: mientras Ankara quiere un control total de un terreno de 40 kilómetros de profundidad y la destrucción de las instalaciones de las YPG, EEUU defiende un máximo de 10 kilómetros y sin un despliegue permanente de tropas turcas.