60 años de la construcción del Muro de Berlín: "Estaba a dos metros de la puerta metálica"
La cortina de hierro marcó la división del mundo en dos bloques ideológicos y económicos durante el siglo XX

60 años de la construcción del Muro de Berlín: "Estaba a dos metros de la puerta metálica"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Fue una obra de ingeniería bélica única. Una barrera de hormigón, púas y controles militares que dividido durante casi 30 años no solo a Berlín sino a dos mundos enfrentados. Hoy se cumplen 60 años de la construcción del muro de Berlín, cuya caída, supuso uno de los hechos más significativos del siglo XX, y el principio del fin de la Unión Soviética.
Fin de la Segunda Guerra Mundial
Tras ganar la Segunda Guerra Mundial, EEUU, Francia, Reino Unido y la Unión Soviética se repartieron Alemania en 4 zonas. Berlín estaba dentro de la parte Soviética, pero al ser la capital, decidieron volver a dividirla en 4 partes y cada país administraría la suya. Esta división generó dos bloques dentro de la capital, el bloque comunista al este, y el bloque capitalista al oeste. El ministro británico Winston Churchill bautizó la partición como “la cortina de hierro”. Un muro ideológico que separaba los dos modelos sociales y económicos predominantes del siglo XX. Dos modelos totalmente antagónicos.
Las dos Alemanias
En el oeste, tanto de todo el país como en la propia Berlín, EEUU, Francia y Reino Unido se unieron para crear la República Federal Alemana. Por su parte, la Unión Soviética creó la República Democrática Alemana, otro país satélite del vasto imperio Soviético.
Que Berlín estuviese en mitad del territorio “comunista” suponía un problema para la Unión Soviética. Muchas personas cruzaban o viajaban directamente hasta la Berlín del oeste para poder abandonar la zona Soviética. La gente buscaba mayores oportunidades en el mundo occidental, y la Unión Soviética, preocupada ante la marea que escapaba de su territorio, decidió ordenar la construcción de un muro que dividiera la ciudad, y así poder controlar el paso de la gente de un lado a otro.
Construcción del muro
La noche del 13 de agosto de 1961 se dio comienzo a la construcción del Muro de Berlín. No era solamente un muro lo que había construido la Unión Soviética, era una auténtica muralla militar: búnkeres, rejas electrificadas, zonas vigiladas por perros policías y auténticas trampas en lo alto del muro que hacían imposible escalarlo.
155 km de muro que rodeaban todo el Berlín occidental. Una auténtica cárcel, que encerraba el auténtico territorio libre del este de Alemania.
La construcción del muro pilló por sorpresa a muchas personas y a familias, que de repente se encontraron separadas por una barrera enorme de hormigón, sin opción a contactar ni comunicarse con el otro lado.
Este calvario duró casi 30 años, y durante ese período, decenas fueron las personas que murieron por intentar cruzar, y miles los que acabaron detenidos por las autoridades soviéticas. Pero también hubo berlineses que consiguieron cruzar a la zona oeste de la capital, cavando túneles o escondidos en coches y camiones.

Caída del Muro
A finales de los 80, se empezó a ver la luz al final del túnel ante la creciente debilidad del gobierno soviético en sus territorios más al oeste. Debilidad causada por la incompetencia creciente en sus altos mandos, y por la grave crisis económica que vivía el país.
Eso obligó a cortar la ayuda económica que se daba durante décadas a todos los países del bloque comunista, incluido Alemania oriental, generando un gran descontento entre los países más al oeste de la Unión Soviética.
Mijaíl Gorbachov, trató de dar respuesta a este descontento realizando una mayor apertura social y económica, lo que sin duda fue el principio del fin del Muro de Berlín
Los dos acontecimientos que precipitarían la caída del muro serían las elecciones parcialmente libres que se celebraron en julio de 1989 en Polonia, y la apertura de la frontera de Hungría con Austria. Muchos alemanes orientales usaron la vía húngara para cruzar a la zona occidental de Alemania, pero había otros que seguían presionando para que el muro cayese.
El presidente de Alemania Oriental, Erich Honecker, se enfrentó a protestas masivas que exigían un auténtico cambio. Este se negó a dar soluciones, y acabó dejando su cargo ante la inestabilidad y el descontento social.
El 9 de noviembre de 1989, el nuevo gobierno introdujo cambios, obligados por las exigencias sociales. El más esperado fue el de viajar fuera del bloque socialista. Nada más anunciarse esto, esa misma noche miles de alemanes acudieron al muro y comenzaron a cruzar hacia la Alemania del oeste, para más tarde comenzar a romper con sus propias manos el muro que les había separado de sus familias y les había encerrado durante casi 30 años.
Junto con los berlineses orientales también se dirigió esa noche hacia el muro Don Alonso Álvarez de Toledo, embajador español en Berlín Este. Al día siguiente de los hechos recordó con Encarna Sánchez en la Cadena COPE en un programa especial con diversas entrevistas, cómo la multitud le había arrastrado casi al otro lado del muro nada más abrirse las puertas. Además, comentó como curiosidad que “fueron los sitiados los que entraron en la ciudad que les rodeaba”. "Cientos de miles de personas están cruzando el muro, que ya no es un muro, es una reliquia histórica a partir de ayer a las 9 de la noche".

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No sólo hablaba Encarna con protagonistas políticos y diplomáticos, también con personas que durante años habían convivido con el muro, y ahora asistían a un hecho histórico: "Es algo increíble, lo que yo vi anoche es algo increíble. La alegría y la solidaridad de los berlineses del este y del oeste es tan increíble que no se puede describir". Así explicaba su sentir Pilar Lorengar, española afincada en Berlín.
Una alegría, un éxtasis que animó todavía más al pueblo alemán y a los berlineses a conseguir su objetivo de unificar de nuevo su país. Algo que conseguirían 1 año más tarde, en 1990, terminando por fin con la división en bloques que sufrió durante casi medio siglo.