Una mujer octogenaria de Gandía ha escrito un verdadero guión de película y todo por trescientos euros. La señora llamó al 112 para denunciar un robo con violencia. En la llamada, cuenta a los agentes cómo un ladrón le había asaltado en el rellano de su edificio, le había empujado con fuerza y le había quitado el bolso, le había registrado y quitado los 300 euros que llevaba. La mujer, muy nerviosa, fue atendida por los servicios sanitarios. 

Y aquí es cuando la versión empieza a hacer aguas. Porque los agentes ven que la mujer no tenía lesiones ni indicio alguno de que hubiera sufrido un robo con violencia. Aún así, la mujer presenta denuncia aunque será de corto recorrido. 

De tan sólo 24 horas porque la mujer terminó confesando que era una farsa orquestada por ella misma porque había pedido 300 euros en el supermercado, no se había dado ni cuenta y pretendía recuperarlo dando cuenta a su seguro de hogar. Preguntó in situ a los policías que acudieron al lugar si ese hecho lo cubría el seguro del hogar. 

La pobre no supo reaccionar de otra manera y se inventó el supuesto robo. Ahora ha sido acusada de simulación de delito.