Moncloa y el equipo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, analizan de forma minuciosa el calendario político de los próximos meses. En este sentido, tal y como informa el jefe de Política de la Cadena COPE, Ricardo Rodríguez, el líder del Ejecutivo está buscando una fecha idónea para él en la que celebrar el Debate sobre el Estado de la Nación.

El equipo de Sánchez cree que es imposible buscar un hueco antes para que el presidente intervenga en este debate de política general, que no se celebra desde febrero de 2015 debido al encadenamiento de varias elecciones generales más las restricciones impuestas en los casi dos años de pandemia.

Además, el equipo del presidente también quiere rearmar la coalición después de la crisis que ha vivido en las últimas semanas con sus socios nacionalistas e independentistas a causa del asunto 'Pegasus', cuestión que ha llevado al Gobierno a cesar a la directora del CNI.

Con Paz Esteban fuera de los Servicios de Inteligencia, el principal objetivo de Sánchez es recupera cierta cordialidad con sus socios, de cara a la celebración del Debate sobre el Estado de la Nación, para llegar con un tono cordial entre ambos a la cita en el Congreso de los Diputados.

Por otro lado, en la agenda de Pedro Sánchez también esta, a corto plazo, un encuentro con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. La bancada gubernamental quiere que este encuentro se realice de forma discreta, con el fin de dejar cuanto antes atrás la crisis del CNI y, por tanto, intentar sacar del debate de la opinión pública este asunto, ya que en el Gobierno son consciente del desafecto que provoca, incluso dentro de parte del electorado socialista.

"A Pedro Sánchez le conviene buscar un momento propicio para celebrar el Debate sobre el Estado de la Nación y sus estrategas lo sitúan en julio. Ya barajaron abril, mayo y después junio, pero el apretado calendario, incluidas las elecciones andaluzas, han servido en bandeja posponer la gran cita, una vez culmine la Cumbre de la OTAN en Madrid, con Sánchez ejerciendo de anfitrión. Así, además, gana tiempo para reconstruir el bloque Frankenstein. La Moncloa baraja ahora que el 'cara a cara' con Pere Aragonés sea discreto. Es voluntad gubernamental desdibujar la crisis del CNI, que genera desafecto en la opinión pública e incluso dentro de parte del electorado socialista. Se trata de cambiar el paso. En definitiva, es la consigna en estos momentos. Por otra parte, poder vender dentro de poco una bajada de la luz suena a música celestial dentro del equipo de Pedro Sánchez", explica Ricardo Rodríguez en su crónica de este viernes.