El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, han suscrito una declaración que eleva las relaciones bilaterales a una asociación estratégica para hacer frente de forma conjunta a retos globales como el cambio climático o la lucha contra la pandemia.
Sánchez y Ardern han mantenido este miércoles una reunión por videoconferencia y han pactado reforzar los contactos bilaterales de todo tipo, desde consultas políticas, hasta economía, comercio, tecnología, ciudadanía, cultura y deportes.
En concreto, recoge el compromiso de sendas visitas de Sánchez a Nueva Zelanda y Ardern a España cuando lo permitan las condiciones de movilidad y de los viajes internacionales.
Según ha informado el Gobierno, ambos han abogado igualmente por trabajar de forma conjunta para lograr una recuperación económica inclusiva tras la pandemia y colaborar ante la revolución tecnológica.
Sánchez ha subrayado que la reunión manda un importante mensaje respecto al hecho de que dos gobiernos de países geográficamente tan distanciados como España y Nueva Zelanda, "comparten valores democráticos comunes como la igualdad, la sostenibilidad y el pluralismo", y trabajan juntos para impulsarlos en la escena internacional.
Ardern se ha interesado por la iniciativa española de "Vacunas para todos" que pretende luchar contra la covid-19 sin dejar a nadie atrás, y Sánchez ha apoyado la firma de un tratado internacional sobre pandemias que fomente la responsabilidad compartida, la transparencia y la cooperación entre países que permita estar preparados ante posibles futuras epidemias.
Han constatado igualmente el interés mutuo por la conservación de la naturaleza, el apoyo a la ciencia y la investigación, y la lucha contra el cambio climático.
En este sentido, Sánchez ha defendido los "objetivos climáticos fuertes y ambiciosos de España y el compromiso con una transición verde y con elevar el nivel de ambición mundial".
La declaración suscrita por España y Nueva Zelanda incluye que los dos países colaborarán más estrechamente para conservar los océanos, los ecosistemas marinos antárticos y las aves marinas, en particular los albatros y petreles, un área en la que España es líder.
España considera a Nueva Zelanda un socio comercial estratégico, por lo que Sánchez ha expresado su interés en dar un impulso a las relaciones económicas y comerciales bilaterales en asuntos como infraestructuras y energías renovables.
Los dos jefes de gobierno se han emplazado a seguir trabajando juntos para construir una relación dinámica, sólida, con visión de futuro y que contribuya a conseguir los objetivos acordados en la declaración conjunta.
Unos objetivos que se fundamentan en valores democráticos compartidos como la igualdad de género, la sostenibilidad, el Estado de derecho y el pluralismo.