Los embalses de la cuenca del Duero están al 48 por ciento de su capacidad, lo que representa el peor dato de las reservas de agua de los últimos cinco años, por lo que la Confederación Hidrográfica (CHD) ha calificado la situación de "preocupante".

En un comunicado, la CHD ha explicado que este jueves se ha celebrado una reunión extraordinaria de la Comisión de Desembalse para analizar la situación de sequía y tratar de garantizar los usos del agua, pese a que reconoce "complicaciones" para la actual campaña de riego en la mayoría de sistemas agrarios de la comunidad de Castilla y León.

La falta de precipitaciones y las elevadas temperaturas de los últimos meses se han traducido en un empeoramiento de la situación de reservas de agua embalsada, hasta contar actualmente solo con 1.381 hectómetros cúbicos, lo que representa 11 puntos porcentuales menos frente a la media de la última década.

La peor situación se encuentra en el embalse de Villameca, al 22% de su capacidad total, frente al 51% de los últimos diez años; el sistema Pisuerga y el sistema Carrión, cuyas reservas a fecha actual son inferiores al 50% de la media de reservas de la última década, ha detallado la CHD. Además, en situación desfavorable se sitúan los sistemas Órbigo y Alto Duero, mientras que está más controlada en los sistemas Esla y Arlanza; y los embalses de Linares del Arroyo, Pontón Alto, Castro de las Cogotas y Santa Teresa.

En la misma reunión, la CHD también ha analizado el cumplimiento del denominado Convenio de Albufeira, que establece el marco de colaboración entre España y Portugal para la gestión de las aguas de la demarcación hidrográfica del Duero, al desembocar en el país vecino.

La Confederación ha reconocido que está habiendo "fuertes restricciones" en el flujo en la zona española, aunque se enmarcan en la situación de falta de agua, por lo que ambos países están trabajando conjuntamente para establecer una planificación para los meses de agosto y septiembre.