Las Mesas del Congreso y del Senado han aprobado este jueves el nuevo código de conducta de los parlamentarios, con el voto a favor del PSOE, el PP y Unidas Podemos y el rechazo de Vox, y que obliga a diputados y senadores a presentar sus declaraciones de intereses económicos antes del mes de febrero.

Una vez obtenido el visto bueno en una reunión de conjunta de las Mesas celebrada en el Congreso, este código sustituye al vigente desde febrero de 2019, que ya establecía la obligación de publicar las reuniones con "lobbys" o informar sobre ingresos percibidos antes de llegar al Congreso.

Según han informado fuentes parlamentarias, Vox ha presentado una serie de enmiendas al código que prácticamente lo cambiaban entero, por lo que no se han tenido en cuenta.

El Código entrará en vigor el día de su publicación en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, según informan las cámaras en una nota de prensa.

De ahora en adelante, los parlamentarios tendrán que dar cuenta de los ingresos percibidos y de los trabajos realizados en los cinco años anteriores a su mandato, así como de los regalos recibidos en ese tiempo o las fundaciones o asociaciones con las que hayan contribuido.

No tendrán que hacer lo mismo si esas contribuciones son a ONG, lo que supone un cambio con respecto al borrador, que sí lo incluía, aunque finalmente se ha aparcado.

"Tenemos la obligación de lanzar un mensaje claro y contundente a la ciudadanía sobre el compromiso de la política, de todos y cada uno de nosotros, por acabar con la corrupción y apostar por la transparencia", afirman las presidentas del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Pilar Llop, que han impulsado conjuntamente este Código de Conducta.

Ambas entienden que con él "se garantiza la ejemplaridad y la transparencia" y también "viene a restituir la imprescindible relación de confianza de la ciudadanía hacia sus representantes".

Con la aprobación del Código de Conducta de las Cortes Generales se da respuesta al Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), órgano de supervisión de la lucha contra la corrupción del Consejo de Europa, que recomendaba la elaboración y aprobación de un código de conducta fácilmente accesible y con orientaciones para la prevención de conflictos de intereses, sobre regalos y otros beneficios.

En concreto, tal y como ya establecía el anterior código, los senadores y diputados no podrán aceptar regalos que puedan ser percibidos como un intento de influir en su conducta, siempre que tengan un valor estimado de más de 150 euros.

Sí podrán recibirlos si proceden de familiares y amigos que se otorguen sin vinculación alguna con su labor como parlamentarios.

Los regalos recibidos en los viajes oficiales de las Cámaras deberán entregarse cuando tengan un valor superior a 150 euros para ser inventariados y publicados en la página web del Congreso de los Diputados o del Senado.

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Las páginas web del Senado y Congreso publicarán los datos personales, académicos y profesionales de todos los parlamentarios así como su agenda institucional.

Además, tal y como se recogía en el código anterior, se creará una Oficina de Conflicto de Intereses de las Cortes Generales para resolver dudas sobre incumplimientos y elaborará un informe sobre el cumplimiento del código. EFE