Las autoridades de Irán han ejecutado el domingo a tres hombres kurdos condenados por cargos relacionados con las drogas, según ha confirmado la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), una organización no gubernamental con sede en Francia.

El organismo ha indicado que Sadeq Mohi, Ahad Nematolá y Mohamad Mahmudi fueron ejecutados en la cárcel de Orumiya, mientras que los presos Ebrahim Nasirjá y Mostafá Narisjá, también condenados a muerte, vieron suspendido su ajusticiamiento por motivos que no han trascendido.

La organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR) ha denunciado que en 2020 fueron ejecutadas 267 personas, una cifra ligeramente inferior a las 280 ejecuciones de 2019 y los 273 ajusticiamientos de 2018.

En este sentido, el relator de Naciones Unidas sobre la situación de los Derechos Humanos en Irán, Javaid Rehman, manifestó en marzo que "la alta tasa de ejecuciones en Irán sigue siendo preocupante", con más de 40 ajusticiados entre el 1 de enero y el 9 de marzo.

"Estas cifras incluyen una alarmantemente alta proporción de presos de la minoría baluche durante los últimos meses. Estoy especialmente preocupado por la aplicación de la pena de muerte por actos que no deberían ser considerados como crímenes", dijo.

Rehman mostró además su "alarma" por los "actos contra minorías, incluidas las ejecuciones, las desapariciones forzosas y las sentencias arbitrarias contra miembros de las minorías baluche, kurda y ahvazi". "El arresto de cien kurdos, muchos involucrados en el activismo pacífico, es de gran preocupación", zanjó.