Las imágenes vistas este jueves a pocos minutos antes de llegar a las 13:00 han sido históricas. Si en 1975 una gran multitud lloraba el entierro de Francisco Franco en la basílica del Valle de los Caídos, en 2019 han sido sus nietos y bisnietos los que han sacado el féretro bajo la atenta mirada de la ministra de justicia en funciones Dolores Delgado, 44 años después.

LA CRUZ QUE FRANCO SE CONCEDIÓ A SÍ MISMO

Cubriendo el ataúd original, pues así ha querido la familia que se mantuviese, estaba un pendón militar, además de una corona de flores. La familia del dictador pidió al Gobierno utilizar la bandera de España y proceder a la inhumación con honores militares. La petición fue denegada y había expectación por ver qué cubriría el féretro en el que saliesen los restos de Franco.

Finalmente, y aludiendo a la faceta militar de su abuelo, se ha optado por poner un pendón con la Gran Cruz Laureada de San Fernando, el máximo reconocimiento militar que existe en nuestro país. Se creó por las Cortes de Cádiz y fue convalidada por Fernando VII en 1815.

Tras la victoria del bando liderado por Franco, éste procedió a auto concederse la condecoración militar que no pudo conseguir durante las guerras en África. En el BOE que se publicó el 19 de mayo de 1939 se dispuso que “Dada en Madrid, en el Día de la Victoria, […] concediendo al Capitán General del Ejército y de la Armada, Generalisimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde, la Gran Cruz Laureada de San Fernando”.

El mismo BOE justificaba la condecoración de la siguiente manera: “Ganada gloriosa y totalmente la guerra que la anti-España desencadenó en nuestra amada Patria, la nación entera y a su cabeza todos los Caballeros de la Orden de San Fernando, reunidos en Capitulo, solicitan del Gobierno que haga justicia al que nos condujo a la victoria, al gran Caudillo que, con su laconismo castrense, dió cuenta de ella al país en aquel histórico parte del primero de abril, que textualmente decía: ‘LA GUERRA HA TERMINADO’”.

LA CRUZ FUE CONCEDIDA A NAVARRA

Como curiosidad, el mismo Franco concedió la misma insignia a Navarra en 1937 para homenajear y reconocer a los voluntarios navarros que apoyaron el golpe militar de 1936. En 2018, el Gobierno foral protagonizó una polémica retirada de las cruces en edificios públicos.

En concreto, se trataban de la vidriera, situada en una ventana del edificio de Hacienda, que fue modificada por un artesano vidriero para retirar las piezas correspondientes a la cruz. Por otro lado, también se realizaron obras en el salón de sesiones, donde cada miércoles el Ejecutivo foral lleva a cabo su reunión semanal.