La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha pedido hoy que no se reciba a los terroristas como "héroes" porque es algo que "nos hace muchísimo daño", ha afirmado hoy a Efe en Logroño su presidenta, Teresa Araluce.

La necesidad de transmitir a los jóvenes el verdadero relato de las víctimas del terrorismo y lo que ha supuesto en ellas y en sus familias ha centrado las I Jornadas sobre Terrorismo, a las que han acudido los presidentes de la AVT, de la Asociación-Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT), Miguel Folguera; y del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros.

Araluce ha destacado la importancia de este tipo de jornadas, que permiten "mantener la memoria viva y contarla en primera persona a las nuevas generaciones que, por suerte, no han conocido el terrorismo en España".

"Es importante contar la historia del verdadero relato, ahora que se quiere blanquear el terrorismo, diluir de responsabilidades" y en un momento en el que "las víctimas somos incomodas para todos", ha precisado.

"Las víctimas del terrorismo -ha agregado- seguimos teniendo que enseñar el verdadero relato a los jóvenes" porque "estamos viendo cómo se recibe a los terroristas cuando salen de las cárceles o se reciben esos actos de enaltecimiento que tanto daño hacen a las víctimas, que tanto nos humillan y que tanto reabren heridas".

Durante la jornada, Rosario Cadarso, hija del teniente coronel Luis Cadarso, asesinado por ETA el 14 de abril de 1981 en Basauri (Vizcaya), ha afirmado que "un atentado" es algo "muy cruel", pero "la crueldad empieza cuando llega a toda la familia", ya que, en su caso, tuvieron que irse fuera del País Vasco a vivir.

El general de brigada de la Guardia Civil Juan Atarés fue asesinado por ETA el 23 de diciembre de 1985 en Pamplona, ha relatado su hija Matilde, quien ha dicho que los terroristas "no han podido" con su familia y ha valorado las muestras de apoyo de la sociedad hacia las víctimas del terrorismo.

El guardia civil Víctor Manuel López, herido en un atentado cometido por ETA en Leitza (Navarra) en septiembre de 2002, ha narrado su sensación de dolor y odio hacia los terroristas y la importancia de que los jóvenes conozcan la realidad de la huella que en España dejó el terrorismo.

Ceniceros ha afirmado que las instituciones deben "hablar abiertamente de justicia, reparación, dignidad y memoria" y ha dicho que no le preocupa que "Bildu, ETA y el nacionalismo radical quieran blanquear el terrorismo", sino que "muchos de los que estuvieron en el espíritu de Ermua miren hacia otro lado".