La acusación particular en el juicio a Cesar Román, el Rey del Cachopo, ha defendido que el acusado cometió un asesinato porque mató a Heidi Paz con alevosía y de manera sorpresiva ya que la que fue su pareja no habría acudido al matadero si se hubiera imaginado lo que iba a pasar.
La Audiencia Provincial de Madrid celebra este jueves la decimocuarta sesión del juicio con jurado a César Román, con los informes de las partes, antes de dar al acusado la última palabra.
Tras la exposición del fiscal que acusa a César Román por homicidio y profanación de cadáver, la acusación particular eleva el delito a asesinato con agravante de parentesco y género de manera que la condena total que pide es de 28 años y 5 meses de cárcel.
El letrado de la familia de Heidi, Ramón Fernández de Mera, entiende que existen suficientes agravantes como para entender que se ha producido un asesinato y no un mero homicidio simple, como dice el fiscal.
Se produjo un desmembramiento para ocultar el delito. Eliminó los brazos para que no quedaran rastros de las huellas dactilares y quitó los pechos para eliminar el número de serie de las prótesis mamarias, ha dicho.
Fernández de Mera ha sostenido que, como dice la teoría de la Navaja de Ockham, "la explicación más sencilla suele ser la que ha ocurrido y no las ensoñaciones y películas que se monta" el procesado.
Además, ha hecho hincapié en lo obsesivamente metódico que es Cesar Román y lo bien organizado que tenía todo.
Por su parte, la acusación popular ejercida por la Comunidad de Madrid ha seguido un relato similar al del fiscal y defiende que se trata de un homicidio con agravantes de parentesco y razones de género.
La letrada de esta acusación ha relatado las pruebas con las que se han acreditado los indicios que no indican a otra persona como culpable, y ha incidido en que no se ha podido evaluar porque faltan piezas fundamentales como el cuello, la cabeza y extremidades. EFE