Susana (79), jubilada, cobra una pensión de 800 euros: "Con 200 euros tengo que pagar luz, gas, agua... no me llega para nada"

El aumento del coste de la vida y las bajas pensiones llevan a muchos mayores a situaciones límite, como tener que alquilar habitaciones para poder pagar sus facturas


Ignacio Juanilla Bernardo

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Llegar a la jubilación y descubrir que la pensión no es suficiente para cubrir los gastos más básicos es una realidad cada vez más extendida en España. El sueño de un retiro tranquilo se convierte para muchos en una carrera de obstáculos diaria, donde el ingenio y la renuncia son las únicas herramientas para salir adelante. Este es el retrato de una crisis silenciosa que afecta a miles de pensionistas en nuestro país.

El caso de Susana, una jubilada de 79 años de Madrid, es un claro exponente de esta problemática. Con una pensión de 800 euros mensuales, se enfrenta a un alquiler de 600, lo que la deja con apenas 200 euros para el resto del mes. Su solución ha sido drástica: alquila sus dos únicas habitaciones a estudiantes y ha convertido el salón en su propio dormitorio. Una medida extrema que, sin embargo, se ha vuelto su única vía para subsistir.

Un día a día sin lujos

La gestión de su economía es un ejercicio de supervivencia. "Con los 200 euros tengo que pagar luz, agua, gas...", explica, para sentenciar con un rotundo "No me llega para nada". Para ella, los lujos son inexistentes. Sus aficiones, como cantar en una coral o pintar, son gratuitas porque no puede permitirse otra cosa. La incertidumbre ante cualquier imprevisto es constante.

Esta precariedad la ha llevado a tomar decisiones difíciles, como cancelar el seguro del hogar. "Que se me rompa algo y no tenga seguros ni tenga ahorros como para poder afrontar esa situación", confiesa sobre uno de sus mayores temores. Si le ocurriera una avería como una gotera, tendría que recurrir a terceros, ya que no dispone de fondos para asumirla.

No me llega para nada"

Susana

Jubilada

Más allá de lo económico, Susana señala que lo más duro de esta etapa es "la soledad". Un sentimiento que combate manteniéndose activa y llenando sus días con actividades, demostrando una enorme resiliencia. Sin embargo, su situación evidencia la vulnerabilidad de un sistema que no siempre protege a sus mayores.

El origen de una pensión mínima

La baja pensión de Susana no es fruto del azar, sino de una vida laboral marcada por la precariedad. "He sido autónoma, pero los autónomos en el retiro y en la pensión cobramos poquísimo", lamenta. Apenas tiene cotizados 17 años, ya que denuncia haber trabajado "en negro siempre, a la fuerza", debido a que los empresarios para los que trabajaba nunca la dieron de alta.

Eduardo Parra / Europa Press


Recuerda jornadas laborales de nueve horas diarias, a las que se sumaban fines de semana si se lo pedían, a cambio de un sueldo que solo alcanzaba "para cubrir los colegios de mis hijas, para comer, para el alquiler y en verano 15 días o una semana de vacaciones". Nunca pudo ahorrar lo suficiente para la entrada de un piso, por lo que lleva 55 años viviendo de alquiler.

Un drama que se repite

El de Susana no es un caso aislado. El de María Teresa, una viuda de 80 años, es otro ejemplo de la misma lucha. Con una pensión de 840 euros, debe hacer frente a un alquiler que asciende a 1.200 euros. Su método de supervivencia es el mismo: alquilar habitaciones a estudiantes. "Si no fuera porque yo puedo tener dos chicas estudiantes universitarias en casa, no podría sobrevivir", afirma.

Son unos ladrones todos"

Susana

Jubilada

Susana tiene un mensaje claro para la clase política, sin importar el color: "Primero, la honradez y que se olviden de robar, que ya nos han robado bastante durante toda la vida". En su opinión, la situación económica de la gente trabajadora ha empeorado con la globalización, ampliando la brecha social. "Los que ganan mucho, ganan muchísimo, y los que ganaban poco, ganan menos", sentencia, calificando a los políticos como "unos ladrones todos".

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.