La calculadora de Moncloa ya se ha puesto en marcha y en el seno del Consejo de Ministros buscan la manera de aumentar la recaudación de las arcas públicas. En este sentido, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha indicado que no se va a poner en marcha "ninguna medida fiscal que pueda lastrar la recuperación", por lo que si la economía no se ha recuperado en 2023 como está previsto "todo el calendario también se moviliza".

"La reforma fiscal estará siempre condicionada a la recuperación económica", ha señalado la ministra en rueda de prensa para presentar los componentes sobre fiscalidad, lucha contra el fraude fiscal y eficacia del gasto público incluidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Montero también ha puesto el foco en la evaluación de los diferentes beneficios fiscales que, ha insistido, no supone su supresión, sino una revisión de si cumplen sus objetivos, al tiempo que ha apuntado que no se han comprometido con Bruselas ni a eliminar la bonificación del diésel ni los tipos reducidos del IVA, según aclaró Montero, que se refirió en todo momento a las recomendaciones que el Comité de Expertos realice.

Este anuncio vuelve a abrir un debate en nuestro país sobre el IVA y sus diferentes modalidades, ya que, en nuestro país, a diferencia de otros grandes socios comunitarios, este impuesto tiene una serie de peculiaridades y tipos que son claves a la hora de entender e interpretar la recaudación en España por este impuesto.

TIPOS DE IVA EN ESPAÑA

En España existen tres tipos de IVA impositivos que actualmente están vigentes. Por un lado, encontramos el IVA General, que en el año 2019 pasó del 18% al 21%. Este porcentaje se aplica a la mayoría de los productos y servicios y en este año 2021 se han incluido otros productos como las bebidas azucaradas y edulcoradas.

Después encontramos otros dos tipos. El IVA reducido, que supone un 10% y es aplicado a productos como la alimentación general, el transporte de viajeros, plantas hortícolas y espectáculos deportivos amateur en otros. Anteriormente este porcentaje se situaba en el 8%.

Por último, encontramos el IVA superreducido, que es un 8%. Este modelo es aplicado a los productos de primera necesidad como el pan, la leche, las frutas los cereales y los quesos. También, los productos que tienen este tipo de IVA son los libros, periódicos, y revistas no publicitarias. Además de medicamentos, complementos sanitarios como las sillas de ruedas o las prótesis y VPO.

También es importante destacar que desde la entrada en vigor de este impuesto en el año 1986 existen otros productos que son considerados exentos y que están agrupados en siete categorías: servicios postales, servicios médicos, hospitalarios y de asistencia social, servicios de educación y formación profesional, servicios prestados por entidades sin fines de lucro y federaciones deportivas, loterías y apuestas del Estado, servicios financieros y seguros y alquiler de vivienda habitual.

PRINCIPALES PROBLEMAS EN ESPAÑA CON EL IVA

Los impuestos sobre el valor añadido suponer una quinta parte de los ingresos totales de Europa, pero existen grandes diferencias en cuanto a la efectividad de cada país respecto a la recaudación de este impuesto. Por ejemplo, España es el segundo país de Europa con más brecha de IVA, situándose en el 26.7% y solo superado por Chipre. En este sentido, los expertos coinciden en que España, afectadas por las consecuencias de la pandemia, una subida de los impuestos y también una revisión al alza de los tipos reducidos provocaría un descenso del consumo.

Ante este panorama, diferentes informes señalan que nuestro país recaudaría lo mismo con un tipo único del 10% frente al sistema actual, ya que España es uno de los países con el IVA más ineficiente de toda Europa porque la configuración actual, basada en varios tipos y muchas exenciones, no consigue alcanzar el equilibrio económico que necesita nuestro país para salir adelante.

LA COMPARACIÓN CON EL RESTO DE EUROPA

Con base a los estudios realizados en el año 2017, uno de los últimos en el que existen estudios a nivel europeo. La realidad es que España ha mejorado en la última sus ingresos a través del IVA, después de que en el año 2009 registrase su mínimo, un 3,9% sobre el Producto Interior Bruto. Ahora el dato se encuentra en un 6,4%, pero España sigue siendo el tercer país de la Unión Europea con menor recaudación por este impuesto, solo por delante de Italia y de Irlanda, sobre todo debido a la política económica basada en diferentes modalidades de tipos impositivos y también a las exenciones que regulan ciertos productos.

En términos generales, la recaudación por IVA se ha mantenido estable en Europa, alrededor del 7%. En concreto los países que consiguen más recaudación por este impuesto son Croacia (13%) y Dinamarca (9,6%). También destacan Estonia, Finlandia, Suecia y Bulgaria con cifras que giran alrededor del 9%, al tiempo que Portugal, Chipre, Eslovenia y Rumania también superan el 8%.

Pero uno de los puntos en los que más cojea España es en la cantidad de impuestos que recauda por IVA a causa de este tipo. Si bien el gravamen general es del 21%, el tipo efectivo es del 8,5%. Se trata del más bajo de toda la Unión Europea, solo por detrás de Francia (9,4%), Reino Unido (9,5%) y los Países Bajos y Malta (10,1%). Croacia (16,5%), Dinamarca (14,7%) y Bulgaria (14,1%) están al otro lado de la balanza.

LA OPINIÓN DE EUROPA SOBRE EL IVA EN ESPAÑA

La realidad es que todos los países han conseguido rebajar la cantidad de ingresos por IVA en los últimos años, por diversos motivos como la evasión fiscal, quiebras, insolvencias o simples errores de cálculo. Pero en este sentido, España no es uno de los países que más pierde en cuento a la recaudación, ya que España es el quinto socio de la Unión Europea con menor brecha salarial, solo de un 2,4%.

Donde más dudas plantea España respecto al IVA es por la cantidad de impuestos que recauda a causa del tipo impositivo efectivo. Este planteamiento señala que Hacienda solo recauda poco más del 40% de lo que podría ingresar si aplicara el impuesto de forma unitaria, ya que la brecha se situaría en el 59,42%, por lo tanto, se vuelve a desprender la idea de que una aplicación genérica de este impuesto sería mejor para nuestra mermada economía.

En el último análisis de Bruselas sobre España se hace referencia al uso extensivo del IVA reducido. Aunque no se menciona en específico nada relativo al sector energético. “España recauda relativamente pocos ingresos por IVA, a pesar de una brecha de cumplimiento muy baja y una tasa de IVA estándar cercana a la media de la UE. Esto se debe al uso extensivo de tipos reducidos y superreducidos, lo que resulta en una gran diferencia de tipos del IVA”.

En este sentido, una de las últimas polémicas suscitadas en España respecto al IVA la vivimos a comienzos de este 2021 tras el paso de la borrasca Filomena. En este sentido, existió el debate sobre qué tipo de IVA debía aplicarse a la luz, ya que en plena ola de frío el Gobierno defendía que no se podía reducir su tasa, fijada en un 21%, y explicó que Bruselas se había quejado porque España estaba abusando demasiado del IVA superreducido. Sin embargo, desde la capital comunitaria no se negó esa opción al Gobierno de España, y simplemente se limitó a defender que si quería aplicar un IVA superreducido solo tenía que transmitírselo al Comité del IVA, el órgano consultivo de Bruselas.