Un millar de restauradores y comerciantes protestan en Barcelona contra el cierre de establecimientos

El TSJC ha avalado las restricciones del Govern, que han entrado en vigor esta madrugada

La manifestación convocada este viernes en la plaza Sant Jaume de Barcelona por restauradores y comerciantes para protestar contra el cierre decretado por el Govern ha congregado a un millar de personas, según la Guardia Urbana, que han lamentado que se les responsabilice por el aumento de contagios de coronavirus. EFE/Enric FontcubertaEnric Fontcuberta

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 1' Actualizado 14:28

La manifestación convocada este viernes en la plaza Sant Jaume de Barcelona por restauradores y comerciantes para protestar contra el cierre decretado por el Govern ha congregado, según la Guardia Urbana, a un millar de personas, que han lamentado que se les responsabilice por el aumento de contagios de coronavirus.

Con una cacerolada y bajo el lema "No somos el problema", la protesta ha sido secundada por entidades como el Gremio de Restauración de Barcelona, Barcelona Oberta, Comertia Retail, las patronales Foment Treball y Pimec y representantes de las principales asociaciones y ejes comerciales de la ciudad.

A las 12 horas, los asistentes se han concentrado ante el Palau de la Generalitat a gritos de "No al cierre" y "No somos culpables" para demostrar su total rechazo a la clausura de bares y restaurantes y a la reducción del aforo en comercios decretado por el Govern ante el aumento de la tasa de contagios de COVID-19.

Los manifestantes han alertado que la decisión del ejecutivo catalán destruirá centenares de puestos de trabajo y llevará a la bancarrota a muchas compañías, ya en situación crítica por el parón económico durante el estado de alarma y la mala temporada turística.

A la concentración de la plaza Sant Jaume se han sumado también los trabajadores del ocio nocturno, que permanece cerrado desde el pasado julio y cuyas principales entidades se manifestaban hoy también ante la catedral de Barcelona.

Algunos de los congregados han lanzado huevos a la fachada de la Generalitat, mientras otros han continuado, con pitos y bocinas, por Via Laietana, la plaza Urquinaona y otras arterias del centro de la capital catalana.