'La Moneta' le da nueva vida a la Habanera Imposible creada por Carlos Cano

La 'Habanera imposible', aquella que en 1998 compuso Carlos Cano para meter a su Granada en el listado de habaneras en el que ya había incluido a Cádiz y Sevilla, ha pasado por La Bienal de Sevilla, de las manos de Fuensanta Fresneda 'La moneta', bailaora que, con este tema como percha, se plantaba en el escenario del Teatro Central sevillano.

Su espectáculo, desde el nombre, no deja lugar a dudas, con el nombre de 'Granada sólo tiene salida por las estrellas', recordando parte de la letra que el genial cantautor granadino compuso dedicada a su ciudad, que también es la de 'La moneta', que en el disco 'Luna de abril' dedicó versos como estos a la ciudad de La Alhambra: "Granada vive en sí misma tan prisionera, que sólo tiene salida por las estrellas".

A esa tierra que la bailaora define como "una tierra íntima y cerrada, donde el mar está lejos, pero el agua es del cielo y de la tierra y de los hombres", dedica un espectáculo que tiene, desde el innegable reto de darle aire flamenco a las habaneras, al clasicismo de plantarse en un festival flamenco a bailar bulerías.

Y todo eso, porque "Granada vive en sí misma, pero tiene las ventanas abiertas para que entre el aire entre visillos y celosías", explica la artista, que recuerda que "la zambra es de los árabes, la granaína es de Jerez y la soleá es de Triana; por eso la temporera es de los montes, los tangos son de la tierra y la habanera es imposible".

Alegrías, abandolaos, soleá y tangos completan un repertorio que cuenta con Raimundo Benítez y José Cortés El indio completando el cuadro de baile, junto a las guitarras de Álvaro Martinete y Víctor Tomate y el cante de Mercedes Cortés e Ismael de la Rosa 'El bola'.

A sus 34 años, 'La moneta' se ha consolidado como un elemento imprescindible del flamenco actual, tras aprender desde pequeña de la mano de nombres tan representativos como Javier Latorre, Mario Maya, Carmen Cortes, Juan Andrés Maya, Juana Amaya o Matilde Coral.

Cuando el próximo 19 de diciembre se cumplirán 18 años de la muerte de Carlos Cano, esas habaneras que dedicó también a la propia Habana a Nueva York, han pasado por una Bienal que se ha empeñado en demostrar que el flamenco sólo tiene las fronteras que cada artista se quiera imponer a sí mismo.