Es posible que nadie comprenda las necesidades de esta profesión tan bien como Zacarías Fievet. Criado en la comarca de Sobrarbe en Huesca junto a sus padres, este joven aragonés de 27 años ya dirigía un rebaño de 1.600 ovejas en el Valle de Arán a la edad de 20 años. Porque, además de fotógrafo, es pastor. Si lo buscamos ahora, lo encontraremos en el Valle de Chistau, un paisaje impresionante rodeado de majestuosas montañas que superan los 3.000 metros, y uno de los pocos lugares en los Pirineos que aún no ha sido tocado por las pistas de esquí.

A pesar de su juventud, Zacarías es un experto y conoce los desafíos que enfrenta. Desde los peligros de los encuentros con osos y lobos hasta la constante preocupación por no poder enfermarse o tomar vacaciones, su compromiso con su rebaño es absoluto. En el programa de 'La Tarde' ha contado a Javi Nieves y Pilar Cisneros que es "un apasionado de la ganadería extensiva. Lo más importante es que se mantengan limpios los montes, que se conserve esa biodiversidad y que no se pierda". Es por eso que ha creado Pastores de Emergencia, un proyecto diseñado para apoyar a otros ganaderos al ofrecerles días de descanso y cobertura en caso de enfermedad.

"Soy un apasionado de la ganadería extensiva"

Como chico que pertenece a la Generación Z, su profesión elegida sorprende. Aún así, se encarga de formar a otros chicos como él en la Escuela de Pastores de San Juan de Plan y cuenta que "este año tenemos en la promoción cuatro chicas, la parte femenina está avanzando bastante, cada vez hay más. Aunque la mujer siempre ha estado ahí, no se ha visibilizado tanto como en Francia y ese movimiento se está generando ahora en España".

Antes de hacerse pastor, este joven probó suerte con otro tipo de vida, en Huesca capital, donde fue a estudiar un grado medio de agricultura y ganadería. Pero lo que le "enamoró" de verdad fue la vida de pastor: "Con muy poco que tengas en la mano y con las ovejas pastando, puedes llegar a alcanzar mucha felicidad. Alcanzas a sentir muchas cosas. Cuando bajas después de estar muchos días en la montaña, disfrutas mucho más de una conversación, mirando a alguien a los ojos. Yo le llamo volver al kilómetro cero". Y es que durante esos períodos, Zacarías disfruta de la desconexión: "En la montaña no hay cobertura, así que siempre me llevo un libro, la harmónica y la cámara".

Un servicio que ayuda a los pastores

En esta iniciativa, no se encuentra solo; lo acompañan otros tres pastores que trabajan en diferentes regiones. La visión final de Zacarías es convertir este proyecto recién nacido en una cooperativa que beneficie a la comunidad ganadera en su conjunto: "La intención es que cuando el pastor se vaya, lo haga tranquilo y confíe en nuestra profesionalidad".

El servicio cuesta entre 50 y 100 euros al día, pero puede variar. En el caso de Gonzalo, con 40 años, hijo y nieto de pastor en Navarra, le ayuda a que alguien le sustituya por cualquier “eventualidad”. Y es que antes, si quería tomarse un descanso, pedía el favor a alguien de la familia. Por eso, ha recurrido a “Pastores de emergencia” en dos ocasiones este 2024. "Estamos acostumbrados a ir a trabajar con gripe y fiebre o, si te haces un esguince, con muletas. Con este nuevo servicio tienes esa tranquilidad y es una gozada", concluye Gonzalo en el programa.