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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

¿Qué tal están? ¿Les sonríe este viernes como corresponde? ¿Es un día amable para ustedes? ¿Es un día de buena temperatura? Pues la borrasca Flora ha pasado aquí y ahora está... Ya llora, la borrasca Flora. Y ha dejado chubascos, ha dejado alguna inestabilidad. Pero ahora, ciertamente, el día al que nos enfrentamos hoy, bueno, razonable. No hace frío, hace fresco, y en eso andamos. Oiga, en un vivir un día sí y otro también.

¿Saben? Se lo vengo contando esta mañana que la policía francesa finalmente ha abatido, ha disparado al terrorista que mató a 3 personas en un mercado navideño de Estrasburgo. Se había ido a refugiar a casa de sus padres, o sea que la búsqueda era de libro. ¿Dónde vamos primero a buscar al tío que se ha escondido? Donde viven los padres, donde vivía él, donde viven... Bueno, pues ahí. Y ahí lo encontraron.

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Fíjense, hoy se cumplen 30 años, 30 años de la única huelga general que logró paralizar España. Digamos que luego ha habido otras que han hecho bastante mella, pero no tan espectacular como aquella huelga general del 88 que organizaron los sindicatos, fundamentalmente Comisiones y UGT, a través de la cual expresaban los sindicatos el deseo de castigar al Gobierno de Felipe González por desavenencias varias.

Ya venían... La verdad es que los indicados eran en aquel momento, en 1988, la verdadera oposición al Gobierno de González porque la de Fraga no contaba en ese momento. No contaba de la misma manera. La oposición la hacían los sindicatos. Una reforma laboral suponía, fíjense ustedes, en el 88, ya un abaratamiento de los despidos y un plan juvenil de empleo que, bueno, hacían que proliferaran los llamados contratos basura.

Analicen cómo han evolucionado las cosas, cómo eso se ha hecho fuerte ya prácticamente en las legislaciones laborales de toda Europa. Bueno, pues ya en el 88 la ponía en marcha Felipe González, y le paralizaron el país. Que yo recuerdo, bueno, y los que estamos aquí menos Ángela que no había nacido, pues, la verdad, que todo el mundo dio por hecho que tenía que parar aquel día. Pararon los autobuses, paró el metro, para la televisión... Se fue a negro. Fundido a negro aquella noche. Las calles vacías, comercios cerrados, nadie se atrevió a abrir. ¿Y se consiguió algo?

Hombre, sí. Claro que se consiguió. Tuvo que recular, recular durante algún tiempo. Eso le costó después, bueno, por hacer historia, en aquel momento Felipe González acababa de ganar por mayoría mega absoluta por segunda vez las elecciones. Pero lo importante es que 10 meses después las volvía a ganar con 175 diputados: la economía estaba creciendo al 5%, que es una cifra que no se ha vuelto a dar en España o se ha rozado, ha estado en el 4 y algo más; se habían realizado las durísimas reconversiones, imprescindibles. Las reconversiones que se tenían que hacer, cuidado, pero jubilando con sueldazos. Sueldazos que ya lo quisieran ahora gente que trabaja no prejubilada, que trabaja en puestos importantes. Pero como había crecido la economía, la cosa iba medianamente, los sindicatos dijeron: “Oye, vamos a repartir. Es decir, no, no, que haya para todos”.

Y se monta, se divorcia literalmente la izquierda con los sindicatos, el divorcio de la izquierda con los sindicatos fue absoluto, y luego, ya saben ustedes lo que vino. Después vino la dimisión de Alfonso Guerra porque realmente Felipe González en quien confió la vicepresidencia económica era Carlos Solchaga. Es decir, que quien tenía confianza para el diseño de la Economía, y la verdad, tuvo razón en tenerla, era Carlos Solchaga. Pues 30 años de aquello. A los 10 meses nació una niña que aquí la tengo. Trabajando... Una periodista brillante, para que vean ustedes lo que...

Bueno, ¿pues la otra cosa dónde está? La otra cosa está, como pueden ustedes imaginar, en Barcelona. La vista del día 21 y el Consejo de Ministros que el día 21 quiere el Gobierno celebrar en Barcelona. Aquí en este programa venimos defendiendo que puede ser o no un error del Gobierno, pero que el Gobierno de España puede organizar un Consejo de Ministros donde le plazca: en un after hours, en la junta de hermandad de la Candelaria, que le dejamos la mesa grande. Donde quiera. ¿Qué es eso de impedirle a un Gobierno reunirse legítimamente donde le parezca oportuno?

Bueno, y allí están preparados CDRs, grupos autónomos de acciones rápidas, la Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural para el colapso de la ciudad. El colapso de la región. La policía preparada, los mossos proparados,los bomberos preparados y, seguramente, las bajas médicas que podemos esperar de ese día, eh. Atento a ese dato, atentos a ese dato porque no va a ser no va a ser cualquier cosa.¡

Y, mientras tanto, pues los encargados de movilizar todo lo movilizable, todos los golpistas, como Joan Tardà, se enfada mucho cuando le llaman golpista y él llama... Como él llama fascista a todo el mundo... Pero vamos, a uno... Cuando discute el paso en un semáforo, “fascista” al del otro coche. Esto, pues... Él asegura que todo lo que estamos viviendo no estaba previsto, pero que el referéndum acabará siendo inevitable porque se va a caer la República. Él asegura a quien quiera escucharle, y hay gente que está dispuesta a escucharle, que ya no es la independencia lo que busca, es la III República. Es decir, la campaña de movilización contra Felipe VI.

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Bueno, va a ser una cosa constante. Quieren que, efectivamente, esto sea el Desastre del 98 para España. Bueno, hay una afirmación suya que, cuando menos, es estremecedora. Nosotros queremos ser la Esquerra Republicana de los años 30. Oigan, ¿ustedes se acuerdan...? Oiga, la Esquerra Republicana del año 30 era un partido golpista. Es decir, hay cosas que no... Como vemos no cambian con los años, pero era más que eso. ¿Qué se creen ustedes que eran los escamots y los somatenes de Luis Companys que asesinaron a miles de personas en Barcelona? Y que reivindique esa Esquerra Republicana Tardà, es que, cuando menos, en fin... Cuando menos llamativo. No quieren volver a tener nada que ver con el PDeCAT y dicen que, bueno, que ellos, el Partido Socialista siempre les ha engañado pero que, en fin, hay que hablar de todo y sin límites y su lema será amnistía y autodeterminacion. Es decir, todo muy de consenso, como ven ustedes. Pues a este le bailan el agua unos cuantos. A este individuo.

Bueno, y la otra es la rectificación de Pablo Iglesias de Podemos que ha... Dice ahora que la situación en Venezuela es nefasta, que... Hombre, que antes había dicho muchas tonterías, pero que, eso de una de las democracias más saludables del mundo, nada de nada, también lamenta que haber dicho sobre Mariló Montero que iba a azotarla hasta que sangrase ante el silencio cobarde, cómplice, miserable, barato, bueno, barato no porque salen muy caras, de todas las feministas oficiales con cargo y con sueldo en España. Ninguna dijo ni pío. Ninguna. Y ahora dice que todo... Pues miren ustedes, yo les digo de este tío hay que desconfiar siempre. Yo no sé si es sincero, pero yo les aseguro que sus palabras son interesadas.

¿Y por qué? Pues porque Podemos tiene tendencia a la baja, aunque él vaya al alza en su vida. Y no hay nada como una como una llamada de atención en las urnas para que tú cambies algunos discursos y los adaptes a otras realidades. Sin más.