Sergio Ramos reconoció, junto a Manolo Lama, que "pasar a la final es todo un sueño. La Champions estaba en deuda conmigo. Ojalá me acompañe la suerte. Tenía malos recuerdos y hoy me puedo quitar esa espina, y con dedicatoria especial para un amigo y para mi viejo". Además, recibió la felicitación de su hermano René, del que dijo que "ni las críticas nos hunden ni los halagos nos hacen sacar pecho. Mi hermano siempre está ahí, es el número uno".