Hablamos con el ex entrenador del Granada, en el día de su destitución: "El lunes, no podía intuir que mi cese llegara tan pronto, pero sí empezaba a vislumbrar que podría pasar. Hoy, me encantaría ser entrenador del Granada todavía. Pedí dirigir el entrenamiento, me apetecía despedirme como debo despedirme. Los jugadores también se quedaron sorprendidos, lo esperaban menos que yo. A veces, las cosas no salen. Nadie me puso una pistola en la cabeza para entrenar al Granada. Yo lo cogí porque quise y soy el principal responsable. Era un proyecto que necesitaba de paciencia, y no la han tenido, para mí no es relevante quién toma la decisión. Si tuviera más mano izquierda, quizás ahora sería entrenador del Granada, pero soy como soy".