Gregorio Sánchez, que no pudo asistir al acto por problemas de salud, ha sido uno de los toreros que más triunfos ha obtenido en la plaza de Madrid durante las décadas de los cincuenta y sesenta del pasado siglo, antes de ejercer como director artístico de la Escuela de Tauromaquia madrileña a lo largo de tres décadas.En su nombre acudieron al acto sus hijos y nietos, entre los que ha tomado finalmente la palabra su hija Silvia, quien disculpó su ausencia -"La vejez es un tirano que te impide hacer ciertas cosas"-, agradeció el homenaje y dijo que para su padre fue "muy gratificante haber triunfado tantas veces en Madrid"."Pero aún más lo fue -añadió- haber sido director y profesor en la Escuela Taurina, donde enseñó a los chavales que el miedo es sólo una oportunidad de ser valiente y que el toreo no es sólo una profesión sino una manera de ser, de vivir y de sentir".Este homenaje al diestro de Santa Olalla fue organizado por el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, a petición de la peña taurina El Rescoldo, de Colmenar Viejo, que solicitó para ello firmas de aficionados, toreros y personalidades con la ayuda del director de cine Agustín Díaz Yanes.Manuel Ángel Fernández, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, aseguró en la presentación que se trataba de un "homenaje sentido y muy merecido, a pesar de haberse retrasado en el tiempo".Sánchez mató tres corridas como único espada en el ruedo madrileño, entre ellas la del 19 de junio de 1960, a beneficio del Montepío de Toreros, del que era presidente, en la que mató seis toros de la ganadería de Barcial en el tiempo récord de una hora y cuarenta minutos y obteniendo siete orejas.Entre los asistentes al acto estuvieron los también toreros Santiago Martín, el Viti; Andrés Vázquez y Luis Alfonso Garcés, de los que Gregorio Sánchez fue padrino de alternativa o de confirmación en Las Ventas, así como los actuales diestros Uceda Leal, Luis Miguel Encabo y Alberto López Simón.