El río Ebro a su paso por La Rioja ha empezado desde la mañana de hoy a descender de caudal causando solo daños de pequeña consideración, como en la ciudad de Alfaro, donde se ha producido el derrumbe de parte de un muro de contención.

Así lo ha explicado a Efe la alcaldesa de Alfaro, Yolanda Preciado, quien ha precisado la total normalidad para la población durante esta crecida del río a su paso por la ciudad, situada en La Rioja Baja.

Ha recordado que el municipio, junto a otras administraciones y organismos, puso en marcha ayer un protocolo de actuación, en el que se hacía especial referencia a la posibilidad de que el río rompiera uno de los muros de protección de la estación eléctrica que soporta a los pozos de captación de agua potable.

Por ello recomendaron a la población acumular agua potable y también dispusieron un grupo electrógeno portátil por si era necesario, "pero no ha hecho falta porque ese muro ha aguantado", ha precisado la alcaldesa.

Sin embargo, ha explicado, el río sí que ha roto una de las defensas construidas en el paraje de "La roza" en 2015, con motivo de otras inundaciones.

"En 2015 se hicieron dos actuaciones por si el Ebro volvía a crecer tanto, esta, que se ha roto, y otra, que ha aguantado y ha contribuido a distribuir mejor el agua porque, sin en esa defensa, los daños en la margen derecha hubieran sido mayores", ha concluido.

En Logroño, por otro lado, también ha bajado el caudal de agua del Ebro en las últimas horas sin causar daños, según han informado a Efe el Ayuntamiento de la capital riojana.

El Ebro tenía a primera hora de la mañana, a su paso por Logroño, un caudal de 790 hectómetros cúbicos por segundo y alcanzaba una altura de 3,6 metros; y a las 14:00 horas estaba en 658 y 3,19 metros, respectivamente, según la información de aforo de la Confederación Hidrográfica del Ebro. EFE.

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