Los alcaldes de los 17 municipios de la provincia gobernados por izquierda unida han elegido, esta mañana, la sede de Bankia en la Avenida de la Constitución para entregar de forma simbólica las llaves de sus consistorios y pedir a las entidades financieras una moratoria en las deudas pendientes. En este acto simbólico, los alcaldes comunistasdenuncian la asfixia que sufren por parte de las entidades bancarias al tener que hacer frente a una deuda global que asciende a los 37 mil millones de euros. Además, aseguran que se han convertido en meros objetos decorativos que deben gestionar un dinero, el 13 por ciento de la financiación del Estado, que viene ya predestinado y les impide destinarlos al fomento de empleo u otras inversiones en sus consistorios. De esta forma, con la entrega simbólica de las llaves de sus ayuntamientos, piden dos años de moratorias para hacer frente a sus deudas.