Los resultados de la campaña revelan un incremento de los conductores que circulan habiendo consumido alcohol o drogas con respecto a la anterior operación realizada el último mes de junio. Entonces los porcentajes fueron del 0,44 por ciento los casos positivos en alcohol y del 17,72% los de drogas. Como suele ser habitual, entre las sustancias psicoactivas más consumidas están el cannabis, la cocaína y las anfetaminas, que producen en la conducción síntomas de relajación, menor concentración, percepción alterada o limitación de la movilidad, entre otros efectos. El alto porcentaje de personas que conducen con síntomas de haber tomado drogas ha motivado a la DGT a ir incrementando progresivamente los test salivares que detectan la presencia de estupefacientes en el organismo.
La DGT recuerda que, pese a que la campaña ha finalizado, los agentes de Tráfico de la Guardia Civil continuarán realizando controles de alcohol y drogas a cualquier hora del día y en cualquier carretera con el objetivo de disuadirlos de conducir. La determinación de la DGT por erradicar a los conductores que se ponen al volante tras haber ingerido algún tipo de sustancia psicoactiva es lo que ha llevado a este Organismo a incrementar las sanciones y poner en el punto de mira a los reincidentes en la última reforma de la Ley de Seguridad Vial. La sanción por conducir tras haber tomado drogas está castigada con una multa de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos.
En el caso del alcohol se mantiene en 500 euros, salvo si la tasa de alcohol supera el doble de la permitida o si son reincidentes, es decir, aquellos conductores que hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo. En estos dos casos la sanción es también de 1.000 euros.