Cuenta Víctor del Árbol que ''me gustan los títulos que tengan un sentido muy evocador, y en este sentido tiene que ver con la protganista de la novela. Aquellos que tienen una idea poética''. Nos avanza algo de su novela, ''Un millón de gotas'', ''el punto de arranque es la aparición de un niño de seis años flotando en un lago, muerto. Este niños es hijo de una subinspectora de Policía que ha estado investigando durante muchos años a una mafia rusia que se dedica a la prostitución infantil. En represalia, esta mafia mata a su hijo y ella se toma la justicia por su mano y finalmente acaba suicidándose''. Lo que ocurra después lo tendrá que descubrir el lector con la novela. Por último, Víctor explica que ''en el thriller, en la novela negra, es muy importante el camino que eliges para que el lector no se pierda. Lo tienes que tener muy claro, tienes que hacer avanzar al lector a la misma vez que a los protagonistas''.