La incapacidad manifiesta de Nicolás Maduro para gobernar el país está llevando a los venezolanos al borde del abismo. Venezuela carece de los productos de consumo más básicos, escasean los recursos energéticos, y los grandes capitales empresariales, como es el caso del gigante de la automoción, Toyota, están abandonando el país. En este clima de inseguridad económica e incertidumbre, los ciudadanos han optado por salir a las calles. En los últimos días las ciudades más pobladas del país está siendo testigos de marchas y concentraciones reivindicativas que exigen al Gobierno que intervenga para revertir la situación.El oficialismo está dispuesto a dar la batalla y Maduro no está solo. El Presidente goza del respaldo del Ejército y de la Justicia, y cómo no, del hombre más fuerte y poderoso del régimen: Diosdado Cabello. Con toda seguridad el Presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo es el poder en la sombra. Su nuevo programa de televisión, al que ha definido como una nueva trinchera revolucionaria, da la medida de su poder e influencia en la política chavista. Si Maduro es incapaz de frenar el descontento, el régimen  podría verse superado por la violencia de sectores más radicales del chavismo venezolano encabezados por Cabello. Entretanto la oposición debe hacer gala de inteligencia y unidad en un escenario envenenado.