Luis Suárez se fue "llorando" de la Copa del Mundo de Brasil tras ser sancionado con nueve partidos de suspensión por la FIFA, dijo a Efe Ernesto Dehl, uno de los delegados de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) en el torneo: "Luis se despidió de todos, nos dolió mucho, se fue muy triste y llorando", destacó el directivo. "Él hizo un esfuerzo físico muy grande para llegar al Mundial y tenía muchas expectativas de poder ayudar para que la celeste completara un gran torneo", agregó.El máximo goleador histórico de la selección uruguaya dejó la concentración de los celestes en Natal poco antes de que sus compañeros viajaran a Río de Janeiro donde mañana se enfrentarán con Colombia en partido correspondiente a los octavos de final de la Copa del Mundo."En el Mundial hubo acciones mucho mas graves y violentas y la FIFA no actuó de oficio. El fallo de la Comisión de Disciplina daña al fútbol uruguayo y a todo el país", agregó el directivo. Tras confirmar que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) apelará la decisión, el directivo dijo que el Mundial "se pierde una de sus mejores figuras". En cuanto a la situación personal de Suárez Dehl destacó a Efe que el delantero "tiene carácter y va a salir adelante porque, además, está recibiendo el apoyo de los mas de 3 millones de habitantes de Uruguay". De hecho, una multitud de hinchas uruguayos encabezada por el presidente José Mujica acudió al aeropuerto internacional de Carrasco en Montevideo para recibir como un héroe al futbolista. Los centenares de aficionados acudieron al aeropuerto convocados por las redes sociales. Mujica declaró al canal 12 de la televisión que tras esta acción de la FIFA que indignó a todo el país "Uruguay se pone peligrosísimo" en el Mundial.Pese a la larga espera, en el aeropuerto quedó un grupo enarbolando banderas, pancartas y fotografías del jugador dispuesto a esperar pese al frío de la noche en Montevideo ante la terminal aérea para transmitir su apoyo al ídolo de la Celeste. La gente acudió pese a que desde un primer momento se anunció que un gran servicio de seguridad rodearía la llegada del jugador y que éste no pasaría por la terminal aérea, ya que sería recogido en la pista por un coche que lo llevaría directamente a su casa. El delantero se despidió de sus compañeros en la concentración en la ciudad de Natal, donde le acompañan su mujer y sus dos hijos.La sanción sobre Suárez caló hondo en el sentimiento patriótico de Uruguay, una nación de poco más de tres millones de habitantes que vive el fútbol como su pasión y presumen de tener una gran cantera de jugadores.