“Es una zona muy desértica con muchos caminos sin señalizar. Es muy raro que hayan ido ahí sin un guía. Es probable que fueran secuestrados en otra parte”, afirma Pérez Maura.

“Es una zona donde hay mucha presencia tanto de las FARC como de bandas criminales varias. Es más parece que el secuestro está mas cercano a estas bandas que a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) –que ya se han desvinculado del secuestro. “En Colombia el secuestro ha sido durante muchos años una industria terrorífica donde los secuestrados por bandas criminales –tras pagar sus familias el rescate- eran de nuevo vendidos a otras bandas criminales, a las FARC, incluso a  narcotraficantes”.

Muchas de estas bandas criminales provienen de los antiguos grupos paramilitares que se crearon por terratenientes para protegerse de la guerrilla. Cuando se han ido disolviendo se han convertido directamente en bandas criminales. Ese componente paramilitar es muy preocupante”.

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