"Reformar la Constitución es quizás necesario, lógico y legítimo", decía uno de los padres de la Carta Magna "pero esto requiere un preconsenso básico de algunas fuerzas sobre qué queremos corregir, en qué sentido y qué problema queremos resolver".

José Pedro Pérez Llorca recibió en agosto de 1977 la llamada del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, que le pedía que fuera parte de aquel grupo de hombres que iban a redactar la Constitución. Tenía 36 años, los mismos que tiene en estos momentos la Carta Magna que algunos quieren reformar como el PSOE, su líder, Pedro Sánchez.

Pero la palabra reforma, como decía uno de los padres de la Carta Magna, "es muy bonita, agradable que a todo el mundo le gusto y es difícil decir no, no que no se reforme. Pero esto requiere un preconsenso básico de algunas fuerzas que se pregunten, qué queremos corregir, en qué sentido y dirección y qué problema queremos resolver por eso en este momento, de los muchos problemas que tiene la Constitución el más importante, despues de la mezcla de corrupcion y  paro que tiene a la gente muy enfandada, la situación de las fuerzas políticas está tan contrapuesta que es difícil que se pongan de acuerdo".

"Hay una palabra mágica igual que reforma que es Federalismo. Se habla de federalismo, que viene de fedu (latin- unión) y nace para unir y es un nombre un poco vacío y bajo el nombre federalismo se hayan sustancias muy distintas. Federalismo es lo que tiene EE.UU. que tiene una claúsula de supremacia que lo que se aprueba en el Congreso tiene validez inmediata en todos los estados ¿podríamos poner esa claúsula en España?, el federalismo alemán se basa en que el estado  está por encima de los landers. Ese es el federalismo que ha triunfado, ¿estamos en condiciones de ir a ese federalismo? Otro federalismo es Rusia y solo manda un señor, México es federal, Indonesia es federal, Argentina es federal... ¿qué federalismo?" se preguntaba Pérez-Llorca.

Y no es el momento porque la situación "es mala, desde punto de vista de país es para estar preocupado. El paro es agobiante y las noticias de la corrupción hace que la población esté irritada, enfadada, preocupada. Frente a esto la economía se está recuperando, que se va a crear puestos de trabajo, pero esto no es lluvia fina que cale".

Y  se necesita gente que quiera ponerse de acuerdo y no hay que olvidar que se deben hacer renuncias. Hace 36 años, recorba José Pedro Pérez-Llorca, "hubo una marcha hacia la moderación. Los grupos de centro derecha, los de la derecha y más a la derecha, aceptamos con sinceridad las reglas de juego de la democracia y la izquierda que venía de la clandestinidad aceptó la moderación del mensaje utópico revolucionario en la construcción de unas reglas de juego y los nacionalistas, especialmente los del nordeste del España, aceptaron encauzar sus reivindicaciones dentro de un marco que no eran un muro sino un cauce y todo eso a lo largo de estos años se ha respetado por todos menos por los nacionalistas que se han salido del cauce y eso es deslealtad".

"En la Constitución intentamos superar, no la dictadura, sino toda una historia de enfrentamientos civiles y como decía el canciller Bismarck a finales del siglo XIX, al que preguntaron cuál es el pais más fuerte de Europa y cuando todo el mundo esperaba que dijera Alemania, Francia,  respondió España y le preguntaron por qué, a lo que dijo, porque los españoles llevan más de medio siglo intentando destruir su propio país y no lo han conseguido".

CLASE POLÍTICA

Para José Pedro Pérez-Llorca será difícil que volvamos a ver a políticos de la talla de los padres de la Constitución en nuestro mapa político "estamos pasando un momento difícil y por ello es casi imposible que personas bien instaladas se acerquen a la Política, veremos a gente joven sí, pero no los otros. Va a ser muy complicado ver a gente valiosa en la Política"

¡OJO, AL MUSEO DEL PRADO!

Pérez-Llorca dejaba en todo lo alto una preocupación que afecta a la principal pinacotepa del país, el Museo del Prado que podría ver salir de sus fondos y salas algunos cuadros. "El Museo del Prado, es una joya, es marca España y en este momento hay tentación de llevarse cuadros a distintos lugares porque pasaron por allí. Pero como donde menos piensas salta la liebre, Patrimonio Nacional ha intentado sacar varios cuadros y eso no lo podemos permitir".
 

Pérez Llorca:"No es el momento óptimo para reformar la Constitución"