El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha pedido que el Rey abdique y sea su hijo, el Príncipe de Asturias, quien lidere lo que ha denominado una "segunda transición", así como los "profundos cambios y la modernización" que, a su juicio, necesita España."Sería un relevo tranquilo y respondería a las necesidades de nuestro tiempo. En caso contrario, muchos ciudadanos podrían creer que lo que tocaría hacer sería cambiar el propio sistema monárquico, y pienso que no les faltaría razón si no hay una reacción a tiempo", ha dicho en una conferencia ante un centenar de empresarios en la Cámara de Comercio de Barcelona.Navarro, que ha recordado que él es un "republicano convencido", ha loado la contribución de Don Juan Carlos a la democracia y al bienestar de España, y le ha calificado como "un buen Rey".No obstante, para el líder de los socialistas catalanes la monarquía "no puede quedar al margen de los cambios" que, en su opinión, necesita España, por lo que ha invitado a la Corona a que "se modernice" y "acepte las normas de transparencia que hoy exigen los ciudadanos"."No ignoro la polémica que mis palabras pueden provocar, pero estoy convencido de que ningún debate puede evitarse en estos momentos, y tampoco este. Propongo, por tanto, que lo hagamos con serenidad y plena responsabilidad", ha explicado.En este sentido ha añadido: "Creo sinceramente que el papel del Príncipe Felipe tiene que ser, o si me permiten, puede ser relevante para arbitrar los profundos cambios que requiere nuestro país. Esta segunda transición tiene que construirse sobre nuevas bases institucionales modernas y que concuerden con nuestros tiempos". El PSOE no comparte "en absoluto" la petición de abdicación del Rey que ha formulado el primer secretario del PSC, Pere Navarro, y considera sus declaraciones "totalmente inadecuadas". Por su parte, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha calificadode "insensatas e improcedentes" las palabras del líder del PSC, Pere Navarro, pidiendo la abdicación del Rey, y ha emplazado al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a desautorizarle.