Tras las últimas informaciones que se están publicando a raíz de la llamada del Papa Francisco a una divorciada argentina, Mons. García Burillo ha querido aclarar que el Pontífice no ha cambiado “en modo alguno” la Doctrina Social de la Iglesia respecto a esta cuestión. Partiendo de la base de que “todo divorcio es siempre un drama humano”, el Obispo de Ávila ha explicado que “la Iglesia siente el dolor de estas personas y las acompañacon su afecto y su oración”. Y recuerda que, las personas divorciadas que vuelven a contraer matrimonio civil, no pueden comulgar, pero no por ello quedan fuera de la Iglesia. Este hecho, a juicio del Obispo, lleva consigo un sufrimiento por no poder recibir a Cristo Sacramentado. Es por ello que considera que es tarea de las comunidades cristianas el hecho de que los divorciados vueltos a casar sientan que son amados, aceptados, que no están “fuera” aunque no puedan recibir la absolución y la Eucaristía. Por último, Mons. García Burillo cree que, para que no se den estas situaciones, es primordial enseñar a los jóvenes que existe un amor sin límites y que es posible una entrega total para toda la vida.