En esta línea, reconoce que por el momento resulta “difícil” “tener certeza de lo se sucedido”. “Requiere una investigación. Se tiene experiencia para conocer los puntos débiles de los procedimientos de aplicación de los protocolos, que en principio son correctos”. Puntos débiles, ha explicado “entre los que están la posibilidad de contagio en el momento de quitarse el traje tras una sesión de trabajo, hipótesis relacionadas con la supervisón del proceso, riesgos que pueden pasar inadvertidos en el momento de la manipulación o el manejo de fluidos en momentos en los que en principio no se debería estar”.Fernando Simón ha insistido en dar una “imagen real a la población”. “Obviamente es muy grave con un desenlace muy espectacular, lo que no ayuda a mantener la calma en la población”. Sin embargo, explica “los científicos, medios y biólogos que trabajan es este tema tienen la suficiente formación para valorar la situación en su justa medida”. Sobre la polémica con el perro de la auxiliar infectada, el experto ha explicado que “hay poca investigación al respecto en perros y gatos”. “Se basa en varias epidemias que hubo en Gabón hace unos años en las que un 32% de los perros de la aldea se infectaron con el virus y no mostraron síntomas. En principio podría ser un problema a la hora de controlar la epidemia porque no se sabe si a pesar de no mostrar síntomas son transmisores”. Lo que está claro, ha afirmado es que "pueden infectarse y por lo tanto había que actuar, si había que aislarlo o sacrificarlo compete mas a los expertos en salud animal o veterinaria"."Los perros pueden infectarse y por lo tanto habia que actuar"