Hoy se ha presentado el documento de trabajo elaborado para la  Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la familia, del próximo mes de octubre. El documento recoge las respuestas al cuestionario sobre matrimonio y familia enviado a la Conferencias Episcopales de todo el mundo. No se trata de un tratado de sociología de la familia, ni de un pliego de quejas. Su finalidad es reflexionar sobre el anuncio del Evangelio a la familia para responder desde la Palabra de Dios a los desafíos que se le plantean en el contexto histórico actual. El amor de Dios es, para la Fe cristiana, la medida del amor conyugal. El reconocimiento de esta verdad fundamental está amenazada por condicionantes que tienen que ver con la profunda secularización en occidente y la ideología de los nuevos derechos, pero también con la incapacidad y falta de madurez y testimonio de los propios católicos. La misión de la Iglesia no entiende de modas, pero debe estar atenta a cada encrucijada histórica. Se dirige a las personas que buscan un amor que no traicione, y pasa por anunciar la alegría de la Fe, curar heridas y acoger el don de la vida que encarna cada ser humano en su originalidad. La Iglesia está llamada a acompañar a las personas para que puedan vivir a la altura de su dignidad, para que puedan sostener la maravilla de  una familia que eduque en la gratuidad, sirva al desarrollo de sus miembros, contribuya al bien común y sea fiel reflejo del amor incondicional e irrevocable de Dios.