Los seis detenidos, cinco hombres de 25, 32, 35, 40 y 45 años de edad, y una mujer de 37, contactaban con sus víctimas por internet y les vendían vehículos de alquiler, que a su vez habían denunciado como sustraídos. Esta nueva fase surge tras la denuncia de la sustracción de un vehículo de carga, alquilado en Almería por uno de los detenidos, que posteriormente fue denunciado como sustraído en Cambrils (Tarragona). Su conductor, denunció que se lo sustrajeron con las llaves puestas.   Con el avance de la investigación policial, los agentes averiguaron que el grupo contaba con el mismo modus operandi que el de la fase anterior, que consistía en utilizar a personas sin recursos como indigentes y mendigos a los que facilitaban ropa adecuada y documentación para alquilar vehículos en los negocios de alquiler repartidos por diferentes puntos de la geografía española. Luego denunciaban en una localidad diferente a la del alquiler, en este caso en Tarragona, que se los habían robado, con las llaves puestas.   Posteriormente, el vehículo fue localizado en la calle Cantó de Castalia de Castellón, y tras las gestiones necesarias, los agentes detuvieron a una pareja de españoles de 37 años ella y 32 él, como presuntos autores de: pertenencia a organización criminal, apropiación indebida, simulación de delito y estafa. Continuando con las pesquisas, se logró identificar a los cabecillas de esta rama de la organización: tres españoles de 25, 35 y 40 años de edad, para quienes trabajaba la pareja y el último detenido que fue quien presento la denuncia falsa   Tips para detectar la estafa: Precio de venta inusualmente bajo y en efectivo Tras presentar la denuncia, la organización “maquillaba” el vehículo, colocándole placas de matrícula dobladas, y lo anunciaba en una conocida web de anuncios entre particulares, a precios muy por debajo del valor de mercado para venderlo rápidamente y cuando tenían el comprador, preparaban la documentación y confeccionaban el contrato de compra venta, pactando el pago la mayoría de las veces en efectivo y en la calle. La venta además se anunciaba y realizaba en un tercer punto de la geografía, es decir, alquilaban en un lugar, denunciaban en otro y lo vendían en otro.   El estafador: desaparecía sin dejar rastro En este caso, la respuesta policial inmediata y contundente, logró desmantelar la red antes de que se produjese la estafa al comprador final del vehículo. En otros casos, cuando la víctima se percataba del engaño, al intentar realizar la transferencia de titularidad en la Dirección Territorial de Tráfico correspondiente, el estafador había desaparecido sin dejar rastro, deshaciéndose incluso de los teléfonos móviles que utilizaron para realizar los anuncios para la venta.   Este fraude supone pérdidas para las empresas se alquiler, en cuanto al valor del vehículo y al dinero que dejan de ingresar por su alquiler, siendo especialmente relevante esta acción policial, ya que actuó antes de que hubiesen podidos estafar a los particulares con la compra-venta del vehículo. La investigación policial continúa sin descartarse nuevas detenciones.