Tras 140 años en funcionamiento, el pasado 19 de julio de 2022 circulaba el último tren por las vías de la estación convencional de Cuenca. La idea era generar un nuevo espacio de ciudad para los conquenses y para ello había que derribar un muro, iconico en la ciudad, pero que dividía ciertos barrios de la ciudad con estas vías ya obsoletas.

Esta misma mañana han comenzado los trabajos de derrumbe, incluso el alcalde de Cuenca, Darío Dolzha señalado que "es un día histórico para la ciudad" ya que no habrá segregaciones.

Pero hace apenas unas horas, un juzgado de Cuenca ha ordenado la paralización cautelar el derribo del muro del Paseo de San Antonio que ha empezado a demolerse esta misma mañana.

Esta es una decisión judicial que llega tras un recurso presentado por el Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha unas horas después del inicio de los trabajos para eliminar esta barrera arquitectónica, que forman parte de, como te comentábamos arriba, los planes de integración urbana de los terrenos ferroviarios de la capital conquense.

El Colegio de Arquitectos ha explicado que el recurso lo presentaron al considerar que el procedimiento no contaba con todos los trámites e informes correspondiente y han precisado que el auto paraliza de manera cautelar el derribo.

"El procedimiento no contaba con todos los trámites e informes correspondientes".

La integración urbana de los terrenos está contemplada en el denominado Plan X Cuenca del Gobierno central tras el cierre de la línea.