El fútbol alberga historias muy especiales. Tradiciones que se traspasan de generación en generación y que forjan lazos de fidelidad indestructibles. Es el caso de Joaquín Blanco y su padre, que este pasado jueves recibieron juntos en El Molinón la insignia de oro tras cincuenta años, de forma continuada, como socios del Sporting.

Una historia de sportinguismo

En el capítulo de este viernes en Deportes COPE Asturias, Joaquín Blanco contó emocionado cómo su padre y él disfrutaron de una tarde inolvidable de sportinguismo. "Fue muy emocionante, estamos muy felices. Fue un acto muy entrañable y muy bonito. Mi padre estuvo presente conmigo en el acto, fuimos los dos homenajeados. Le doy las gracias porque él me introdujo en esta bendita locura del Sporting", cuenta Joaquín Blanco en Deportes COPE Asturias.

Confiesa Joaquín que es un sueño cumplido. "Me hace mucha ilusión porque no tenía muy claro que pudiéramos llegar a este momento los dos juntos por la edad de mi padre. Finalmente lo hemos conseguido, ha sido muy bonito".

Los recuerdos de Joaquín Blanco como rojiblanco se remontan al embrión del gran Sporting, a finales de los años 70. Su gran ídolo, confiesa, fue Enzo Ferrero. "He reído y llorado en El Molinón, pero mi recuerdo más especial fue en Eibar. No por el resultado, pero sí por la entrega de aquel equipo de Marcelino".

La sensación que padre e hijo vivieron en El Molinón junto a David Guerra, Joaquín Alonso, "Imagínate ser fan de Bruce Springsteen y pasar una tarde en su casa. Eso nos pasó a mi padre y a mí recibiendo la insignia de oro del Sporting. A mi padre nunca le vi con la cara tan feliz como ayer".

ESCUCHA AQUÍ LA HISTORIA DE LA FAMILIA BLANCO: CINCUENTA AÑOS DE SPORTINGUISMO

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