David Ferrer es uno de los firmantes de la carta que el tenis español publicó este domingo contra la gestión de la Federación Española que preside Escañuela. Ferrer intervino en Tiempo de Juego para explicar el motivo de esa carta: "Sentimos un descontento social por la Federación, y pedimos cambios y soluciones para que mejore".

Un cambio para el que Ferrer no pidió ni la cabeza de su presidente ni la de la capitana Gala León: "Todo es reconducible. No soy quién para decir que Escañuela siga o no, pero la gestión no es la más adecuada y por eso manifestamos nuestro descontento. Creemos que, para un futuro, no es lo mejor, por la imagen que estamos dando, y todos debemos asumir nuestra parte de culpa, los jugadores también. Esta imagen que damos puede repercutir en que no haya espónsors, en que no se apueste por el tenis, y pase factura. No tengo nada en contra de Gala León, el problema viene por la gestión de la Federación."

Ferrer reconoció que en esa carta, se ha medido mucho cada palabra para pedir solucionar los problemas de la Federación: "No me gusta ir por la vía de ser duro. Intento razonar, yo el primero, y pensar en la manera de actuar lo mejor posible y que la otra persona actúe de la forma coherente. El comunicado es correcto y respetuoso". Lo que lamenta es "el show en el que se ha convertido esto, y no se haya podido resolver internamente. Los dirigentes han dicho cosas en la prensa que no han ayudado y que han provocado este distanciamiento. Eso es lo que más me duele".

Al margen, habló sobre su ausencia en la próxima edición de Wimbledon, donde será baja por una "tendinosis. no he podido entrenar este domingo y no voy a poder estar en condiciones óptimas para competir".