El ciclista murciano, tras finalizar la decimoquinta etapa del Tour de Francia, se mostró contento tras recuperar sensaciones respecto a la jornada del sábado: "Es imposible tener un día tranquilo. Ha sido realmente duro por la lluvia, el aire, la tensión... pero parece que me he recuperado del día de ayer, que fue anímicamente malo. Todos los rivales que tengo cerca dan miedo. En la crono final, Van Garderen puede ser peligroso. Respecto a Bardet y Pinot no soy peor. Firmo quedarme conforme estoy el último día de carrera. Está claro que Nibali está muy fuerte pero veremos en los próximos días".