Laureano Oubiña, el narco gallego más buscado de los años 80, salió este lunes de la cárcel de Navalcarnero tras 22 años en prisión y vivirá en un Centro de Inserción Social en Alcalá de Henares, pero todos los días irá a la casa en la que el padre Jorge acoge a quince toxicómanos. Allí realizan trabajos de limpieza, en el jardín, en la huerta... Y tienen sus ratos para tomar el café y hablar de sus vidas. Así lo ha explicado el propio padre Jorge en 'Mediodía COPE', quien conoció al narcotraficante en la cárcel hace seis meses.

Oubiña, según el padre Jorge, es "un hombre abierto, disponible para empezar una vida nueva, muy alejado del hombre que fue entonces". Y, según el padre Jorge, "arrepentido". "Yo creo que sí que está arrepentido".

"Hace unos meses empezamos a hablar de su situación por medio del capellán de la cárcel, que me llamó para ver si podíamos atenderle en nuestra casa". Una casa cedida por Adif y que los quince toxicómanos han arreglado para vivir.

Desde entonces, hace uno seis meses, el padre Jorge empezó a hablar con Oubiña en la cárcel, donde le dijo que estaba dispuesto a hacer algo para ayudar a los toxicómanos. "Así es como me lo transmitió él que estaba arrependito".

"Todos tenemos derecho a empezar una vida nueva, ha cumplido su tiempo de cárcel. Tanto tiempo le han alejado mucho de lo que era antes", sostiene el padre Jorge.