No pudo superar su gran dolor. Francisco López, padre del hijo que murió por culpa de un kamikaze en la M-50 en septiembre de 2019, decidió este jueves quitarse la vida. Apenas dos semanas después de conocer la sentencia para el hombre que embistió contra el coche de su hijo, Paco acabó colgándose en una cancha de baloncesto de Rivas Vaciamadrid. El mismo lugar donde, tres años antes, otro de sus hijos se había quitado también la vida. Su adiós supone el fin de una familia rota, desesperada y hundida en el dolor. Y es que los López Casado han tenido que hacer frente en menos de dos años a cuatro muertes y una sentencia judicial muy por debajo de la que esperaban.

La madrugada del 15 de septiembre de 2019, Kevin Cui mató a Víctor López, de 20 años, en la M-50, cuando el joven se dirigía a su trabajo en el Carrefour de San Fernando de Henares, donde llevaba dos días contratado. Un coche conducido por un hombre de 35 años, que dio positivo en la tasa de alcoholemia, le embistió a toda velocidad mientras conducía en dirección contraria por la carretera madrileña. Víctor murió en el acto atrapado por la carrocería de su vehículo.

Once meses atrás, el joven había perdido a su hermano Roberto, cinco años mayor que él, que se había quitado la vida en las canchas de fútbol en las que solía reunirse con sus amigos, tras sufrir una ruptura amorosa. Con el paso del tiempo, Víctor estaba consiguiendo retomar la ilusión, el nuevo trabajo, volver a los estudios y el esfuerzo por proteger a sus padres tras el sufrimiento de perder a un hijo, le estaban ayudando a salir adelante. Pero cuando la familia parecía levantar cabeza, un kamikaze se cruzó en su vida y se llevó al hijo menor de los López Casado.

"Hace 11 meses tenía dos hijos. Por una cosa y otra, ahora ya no tengo ninguno", decía la madre, Gema Casado, en el tanatorio de Víctor, rodeada de familiares y amigos.

El abuelo fallece de un infarto en plena calle

Poco más de dos meses después de lo ocurrido en la M-50, una nueva muerte se cebaba con la familia. El abuelo de Víctor y Roberto fallecía a causa de un infarto mientras trataba de recuperar una bolsa de basura que había echado al contenedor equivocado. José María San Martín era un jubilado de 79 años muy concienciado con el reciclaje y el mundo que iba a dejar a sus hijos. Al día siguiente de sufrir el ataque al corazón, el abuelo de la familia habría cumplido 80 años.

José María llevaba varios meses muy afectado por el fallecimiento de sus dos nietos. Su mujer se enteró de lo ocurrido cuando, al ver que tardaba en regresar a casa, bajó a buscarlo y preguntó a la Policía, que ya se encontraba en el lugar de los hechos. El destino quiso que dos días después de la muerte del abuelo, sus nietos fueran homenajeados en Rivas Vaciamadrid, donde vivían y donde se levantó un monolito como recuerdo con la frase "que lo que más quieres no te falte". Es el lema que llevaba tatuado Roberto, y que Víctor se grabó en la espalda tras la muerte de su hermano mayor.

"No ha podido soportar vivir sin su hijo"

Cerca de cumplirse dos años de este suceso, Paco, padre de los hermanos fallecidos, se ha quitado la vida en el mismo lugar en el que lo hizo su hijo mayor. En estos meses, el padre de la familia había arrastrado una importante depresión. El trágico desenlace -15 días después de conocerse que la sentencia impuesta contra Kevin Cui por embestir el coche de su hijo y acabar con su vida-, podría deberse a la baja condena impuesta al Kamikaze: tan solo 8 años de cárcel.

Por su parte, la abogada de la familia, Bárbara Royo, asegura que Paco "lo ha pasado muy mal y no ha podido soportar vivir sin su hijo", desligando lo ocurrido de la sentencia conocida hace apenas unos días. La concejala de seguridad de Rivas fue la encargada de dar la noticia a la madre de la familia. Los vecinos del municipio aseguran que el matrimonio estaba con "medicación" tras la pérdida de sus dos hijos y que la muerte de Paco supone "el final de una familia".