F. Luz Casanova: "El reto es qué pasará tras el confinamiento con mujeres mayores de 65 víctimas de violencia"

Durante el confinamiento muchas mujeres y menores se han visto obligados a convivir con su agresor 24H al día. Una situación que ha provocado que las solicitudes de ayuda por Violencia de Género se hayan incrementado en un 50% según la Fundació Luz Casanova. Una entidad con la que conversa Ana Medina ena través de su directora Julia Almansa. "El confinamiento ha provocado una mayor convivencia con los agresores en hogares donde la violencia estaba presente de muchas maneras" destaca Julia, quien señala que en muchos casos los menores siguen siendo las víctimas silencioss de esta situación. Aunque no estén presente en el momento de la agresión, ellos son conscientes de la violencia y en ocasiones la sufren en persona.

Julia Almansa explica que todavía estamos muy lejos de tener una sociedad sin violencia, casi el 30% de las mujeres han sufrido violencia en algún momento de su vida. "Tenemos también el reto de ver cómo es la vuelta a la normalidad de las mujeres mayores de 65 años que han estado con su agresor, y de la población adolescente que a través de las redes sociales se han acercado a otro tipo de violencia. Se prevé que cuando acabe el confinamiento va a haber un aumento de las denuncias y muchas más mujeres que necesiatarán acogida y un refuerzo para salir adelante". Sobre la influencia de las redes sociales en la violencia, Julia explica que se ejerce mucho control a través de ellas y que pueden servir para generar desprotección familiar ya que conectan a personas de diferentes edades, valores.

La Fundación es heredera del trabajo de las Apostólicas del Corazón de Jesús, cuya fundadora es Luz Casanova, una mujer pionera en su tiempo, porque comenzó en esta lucha hace 100 años. "Nosotras continuamos esta línea de trabajo centrada en la integración, la igualdad de oportunidades, con atención a la violencia en pareja o ex pareja". Julia añade que "afortunadamente durante el confinamiento hemos mantener abiertas de trabajo porque sabíamos que los colectivos con los que trabajamos son muy vulnerables. Hemos tenido que rehacer y reinventar nuestra intervención, nos ha permitido una mayor conexión con las familias, hemos podido atender situaciones de emergencia, trabajar en valores con jóvenes varones".

Julia explica que en la Fundación hay historias que demuestran que de la violencia se sale con apoyos, porque el daño que se hace con la violencia es muy severo. "Es terrble porque la violencia la ejerce la persona de la que te enamoraste, el padre de tus hijos, la persona a la que elegiste para compartir tu proyecto vital. Hay que dejar claro que quien ejerce la violencia no ama". La responsable de la Fundación Luz Casanova señala que ahora se conoce más la violencia de género porque hasta hace poco ésta quedaba limitada al ámbito privado y no había legislación sobre ella, "una de las cosas que ha promovido la violencia es el silencio social". Pero, destaca que están surgiendo nuevas formas de violencia.

Junto a Julia Almansa, Ana Medina conversa con Mari Cruz García Heras que trabaja en la Fundación con mujeres mayores de 65 años, "estamos hablando de una situación de daño muy prolongado en el tiempo. Es una violencia de género muy validada en la sociedad, ellas han sido educadas en un rol de mujer sumisa y les cuesta mucho reconocer que lo que ellas sufren es violencia de género". Sobre la influencia añadida que tiene en estas agresiones el confinamiento, Mari Cruz señala que "vamos a tener que evaluar las consecuencias porque todavía estamos viviéndolo". La Fundación ha seguido en contacto con estas mujeres a través de teléfono, con líneas de emergencia y ha hecho campañas para recordar a la sociedad que estas mujeres están ahí y que quizá estén cuidando de sus agresores o siendo cuidadas por ellos.