Andrés Ollero, magistrado emérito del Constitucional, critica las “profecías jurídicas” de Sánchez sobre el caso del fiscal general

El magistrado emérito califica en TRECE de "irresponsabilidad" que el presidente adelante el fallo del tribunal sobre la sentencia del exfiscal general del Estado

Redacción TRECE

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El magistrado emérito del Tribunal Constitucional, Andrés Ollero, ha reaccionado con dureza a las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que daba por hecho que el tribunal de garantías anulará la condena al exfiscal general del Estado. Durante su intervención en el programa 'El Cascabel' de TRECE, Ollero ha calificado las afirmaciones del presidente como una irresponsabilidad y un intento de presión a los magistrados.

La "profecía jurídica" de Sánchez

Ollero ha criticado que el líder del Ejecutivo se dedique a hacer "profecías jurídicas", una ocupación que, a su juicio, no le corresponde. "Me parece una irresponsabilidad, la verdad", ha afirmado, instando a "dejar a los magistrados en paz y que hagan su trabajo". El magistrado emérito ha defendido la seriedad de los miembros del tribunal, entre los que se encuentran dos exalumnas suyas, y ha pedido que se les permita trabajar "con calma" en un momento que ha descrito como "muy delicado" por la polarización de la vida política.

EFE

Fotografía de archivo del fiscal general, Álvaro García Ortiz

En este sentido, ha lamentado que la política actual parezca centrarse en la narrativa y en "comer el coco al personal". Según Ollero, las declaraciones de Sánchez no son una predicción de lo que ocurrirá, sino una estrategia para moldear la opinión pública. "Eso es lo que Sánchez quiere que crea la gente que va a ocurrir, porque él está en lo del relato", ha aseverado, insistiendo en la necesidad de "respetar a las instituciones, con las que no se puede jugar".

Un precedente de presiones políticas

Durante la entrevista, conducida por José Luis Pérez, Ollero ha relatado un episodio de presiones políticas que vivió personalmente. Ha explicado que, tras 17 años como parlamentario y 9 en la universidad, se dio de baja del partido al llegar al Constitucional por coherencia. A pesar de ello, recibió una llamada de la entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para comunicarle que no sería presidente del tribunal, un puesto que le correspondía según "las normas no escritas de la casa".

La razón, según le explicó, era que Alfredo Pérez Rubalcaba había advertido de que si él era nombrado presidente, Pedro Sánchez utilizaría ese hecho como "bandera" en las primarias del PSOE contra Susana Díaz. "O sea, que yo soy un mártir de Susana, para empezar", ha ironizado Ollero, quien ha revelado que la llamada de Sáenz de Santamaría fue la única que recibió en sus nueve años en el tribunal para influir en una decisión.


El fantasma de la politización

Otros colaboradores del programa han compartido la preocupación de Ollero. Se ha señalado que el Tribunal Constitucional está actuando en la práctica como un tribunal de casación del Supremo, recordando la anulación de la sentencia de los ERE. El analista Julio Llorente ha calificado la afirmación de Sánchez no como una "sospecha", sino como un "anuncio" y una "anticipación" que evidencia la "colonización" y subordinación al poder ejecutivo de instituciones que deberían ser neutrales.

El magistrado emérito también ha abordado la capacidad del Tribunal Constitucional para anular sentencias del Supremo, recordando una frase de un antiguo magistrado: "Tribunal supremo de España solo hay 1 y no se llama así". Ha explicado que el recurso de amparo existe precisamente para que un ciudadano pueda recurrir si considera que un derecho fundamental ha sido vulnerado, aunque ha matizado que para su admisión se requiere que el asunto tenga "una gran trascendencia constitucional".

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