Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nos encontramos en el V Día de la Octava de Navidad. ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae la paz! El que grita: “Tu Dios Sión es Rey! Es el Niño que a los cuarenta días después de haber nacido, es llevado al Templo para ser presentado al Señor. Así le había mandado Yavé escribirlo como norma a Moisés:
“Todo varón primogénito será consagrado, realizando la ofrenda con un par de tórtolas o dos pichones”. En cumplimiento de esto, María y José llevan al Niño a Jerusalén, la Ciudad Santa.
Y es que aunque fuese el Autor de todo lo creado y, por supuesto de la Ley, tenía que parecerse en todo a los demás hombres, excepto en el pecado. Eres Niño y has amor.
¿Qué harás cuando mayor? Todos se admiran de Aquella Flor Celestial que ha caído como el rocío mañanero, suavizando todo lo que encontraba a su paso. Y también hoy, recordamos a Santo Tomás Beckett. Su nacimiento se sitúa en Londres (Inglaterra) el año 1118. Clérigo de Cantorbery y canciller del reino, fue elegido Obispo el año 1162.
Cuando el rey Enrique II pretendió abusar de sus poderes, frente a la Iglesia, Tomás, combate valientemente al monarca, defendiendo a la comunidad eclesial en sus derechos. De esta forma, prueba la Cruz de Cristo, siendo desterrado a Francia. Cuando vuelve a Inglaterra, no lo tiene mejor que antes, muriendo mártir en el año 1170.