Madrid - Publicado el
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La Sabiduría viene de Dios y ha anidado en el corazón de los hombres. Muchos la han aprovechado apra hablar con elocuencia a los fieles. Hoy celebramos a San Pedro Crisólogo. Poseía la Sabiduría como ese auténtico Don del Espíritu.
Nacido en Imola, estudió las ciencias sagradas, siendo ordenado diácono por el Obispo Cornelio. De él aprendería el dominio de sí mismo. A la muerte del Obispo de Rávena, él es consagrado Prelado de esa Diócesis, teniendo un recibimiento muy frío al principio.
El paganismo y la relajación de la gente fueron los continuos problemas contra los que tuvo que luchar, consiguiendo notables frutos desde su celo pastoral. A ello se unía la capacidad de escuchar y acoger a todos los hombres de todos los estamentos con extrema caridad y dulzura, exponiendo con total claridad la Doctrina de la Fe Su fuerza era admirable.
No en vano San León Magno se lo sugirió al Papa. Pronto levantaría en el Puerto de Rávena una Iglesia dedicada a San Andrés. Son 176 las homilías que se conservan de él, todas ellas muy breves porque quería ser siempre conciso explicando las cosas de forma directa y sin dar muchos rodeos a las cosas.
Entre sus predicaciones se encuentra la exhortación a la Adoración del Santísimo Sacramento y la Comunión frecuente. Pronto tiene que hacer frente al monofisismo que admitía una única naturaleza en Cristo.
En los últimos tiempos de su vida regresa a Imola donde morirá santamente en el año 451. Las reliquias de San Pedro Crisólogo son llevadas a la Iglesia de San Casiano donde reposan en la actualidad.