SANTORAL

San Alberto Magno

Comentado por Jesús Luis Sacristán

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

2 min lectura

 Grandeza y sencillez se unen en el hombre que celebramos este día: San Alberto Magno. Su origen nos lleva al año 1206 en la comarca el Danubio, y concretamente en el pueblo de Lauingen. Hijo de familia militar, desde pequeño siente curiosidad por conocer y preguntarse por todo lo que le rodea. Tiene ya madera de investigador. 

A diferencia de los demás no ve conflicto entre la Fe y la ciencia. Él recordaba y defendía siempre que cualquier conocimiento procedía de Dios. Pronto forjaría su conocimiento de las letras y las artes en la escuela de la Catedral, donde también profundiza en la vida de piedad. 

Aquí surge una mayor inquietud por el estudio con la reflexión teológica y la investigación científica. Da un paso más en su trayectoria y sigue la llamada del Señor a la Vida Consagrada ingresando en la Orden de Predicadores, los Dominicos de Santo Domingo de Guzmán. Es el sitio idóneo para él porque, ora, estudia, predica y enseña. 

Entre los lugares donde ejerció la Docencia se encuentran Colonia, París o Ratisbona, y entre sus alumnos se encuentra Santo Tomás de Aquino. A éste le llamaba con dulzura “el buey mudo” porque siempre le veía escuchando en atenta oración y reflexión. 

Pero también añadía en las clases que cuando mugiese, sus mugidos se oirían por todo el mundo, como profetizando cuando fuese investigador. Su faceta intelectual le llevó a escribir y hablar de Teología, Filosofía, Ciencias, Química y Botánica. De hecho le llamaron el Doctor Universal. Nombrado Obispo de Ratisbona fue un hombre de oración, cuidador de sus sacerdotes y sus almas, y un artífice de paz. No quiso estar mucho tiempo ya que su objetivo era pasar muchos ratos en oración, reflexión y ejercer la docencia. San Alberto Magno muere hacia 1280 y es Doctor de la Iglesia.  

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